LA RIQUEZA DEL ALMA


Gerardo Scioscia
LA RIQUEZA DEL ALMA
Uno puede ser dueño de una abultada cuenta bancaria, poseer buenos autos y vivir cómodamente, pero eso no garantiza ser feliz. La felicidad es otra cosa y no siempre está emparentada los bienes materiales que se poseen. Se puede ser muy humilde, pero feliz. He visto niños muy felices entreteniéndose con improvisados juguetes y niños tristes teniendo en sus manos juguetes caros. Hay hombres que en su mesa solo abunda la sopa aguada y un poco de mortadela pero es feliz, incluso compartiendo parte de alimento con algún agregado a su mesa. El caviar y el champagne símbolo de poderío económico, es solo eso,

Es que la riqueza no está en lo que tienes, o exhibes, está oculta dentro tuyo y aflora cada vez que tiendes una mano al que la necesita. Eso es verdaderamente lo que hace feliz a quien comprender que no todo pasa por el dinero y que hay cosas mucho más valiosas, como el afecto y la comprensión. Son ellos los que comprenden lo que le pasa al otro, y no critican los efectos, como tampoco analizan las causas porque ese otro llegó a donde llegó. Esas son personas sensibles piensas en los demás.
Entonces serás muy rico si eres capaz de ponerte al lado del que necesita y compartes en su casa, la más humilde comida sin poner cara de asco, o pasar la noche juntos debajo de su techo que deja pasar la luz de las estrellas, por estar armado con chapas de segunda clavadura. , o compartir en una mesa pobre, un cacho de pan y un poco de vino de aguado y rancio. Entonces sí, será rico de verdad. Has la prueba y veras como cambia tu vida y se llena de gozo tu corazón.

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