Gerardo Scioscia
HOY LA SOLIDARIDAD PRIMERO
No es bueno hablar de uno, pero en estos momentos y en esta emergencia debo hacerlo. Es que me siento extraño. Rescate inundados, participe en campañas solidarias, di una mano donde hizo falta y hoy que hay tanta gente que necesita ayuda, debo permanecer encerrado. Me apena saber que hay muchos que no tienen quien le tienda una mano, con algunos años menos, lo haría, pero al parecer, mi turno para esas cosas en la que hay que poner esfuerzo y tiempo ya paso. Hoy mis hijas me ayudan a mí, ellas son jóvenes.
Ahora el turno para realizar estas tareas solidarias está en manos de los más jóvenes y me alegra saber que ya muchos lo están haciendo. Sin embargo, como creo que este aislamiento va a ser largo, harán falta muchos voluntarios más. Es que con certeza no hay una cuadra en la que no viva una o dos personas mayores que necesitan le tiendan una mano y es buen momento de mostrar cuan solidario somos. A los que ya están cumpliendo esa labor, felicitaciones.
En esta emergencia no importa el color de la camiseta, credo o color de piel es una guerra contra un enemigo letal e invisible. Por eso, el temor sobrevuela por todas partes y se incrementa entre aquellos que están solos y no tienen forma de distraerse. Por eso, si podes tendele una mano, yo hoy, no puedo. Perdón por hablar de mí.
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