Gerardo Scioscia
PASCUA DE RESURRECCIÓN
Todas las puertas están cerradas. Ya va cayendo la tarde. El asunto es siempre el mismo : las escenas de esa mañana , los murmullos de en la ciudad, la confabulación de los judíos, la conversación, ora languidece, reconcentrándose con silencios aflictivos, ora recrudece, como un incendio que se aviva.
Uno de los once apósteles exclama
-¿ Pero donde estará el Maestro ?
Alguien responde en medio de ellos :
-¡Héme aquí¡
Vuelvénse todas las miradas. Es Jesús. Con una expresión de jubilo el Maestro les dice.
-¡ La paz sea con vosotros¡
En el sepulcro soló quedaban la sabana con que se lo había cubierto, y el lienzo usado para sujetarle los maxilares.
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