ALGO MÁS QUE UN MANDATO BIBLICO

Gerardo Scioscia 

ALGO MÁS QUE UN MANDATO BIBLICO 

Ganarse el pan con el sudor de la frente es el mandato bíblico y, en verdad, eso una bendición. Afortunado aquel que en este día se apresta a iniciar sus labores, tanto en un taller, una fábrica o una oficina. Ellos al final del día ello a nadie deben rendirle cuentas, porque son libres más allá de que, en ocasiones el salario es magro. De todos modos y, aunque la paga no sea la justa y por ella hay que luchar hasta lograrla, eso es mejor que vivir de las dádivas del mandamás de turno que te atan y te someten a su voluntad. Por eso, en los tiempos que corren, se debe reclamar a los políticos y empresarios la apertura de más fuentes de trabajo. 

 

Si bien entiendo que no es tarea fácil me gusta marcarlo así porque soy un iluso. Si, soy de los convencidos que pregonando buenas cosas se pueden producir cambios. Explico; conocí a personas que se iniciaban en política y recurrían a los pobres para ello pues es donde encuentran tierra fértil para prosperar, habida cuenta de sus múltiples necesidades. Sí, llegaban a barrios humildes para desplegar su demagogia y eso me enojaba. También me enoja que los empresarios abusen de su posición para someter al trabajador. De todos modos entra ambas cosas se puede conseguir un equilibrio justo cuando se deje de celebrar con bombos y platillos la apertura de un comedor comunitario y en cambio se festeje la aperturas de fuentes de trabajo, al tiempo que también, los empresarios resignen parte de sus ganancias en pos de mejorar las condiciones reinvirtiendo sus ganancias en nuevos puestos de trabajo. ¿Una utopía? puede ser, pero es lo que me gustaría que ese cambio comenzase a producirse a partir de hoy.

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