COSAS DE OTROS TIEMPOS

Gerardo Scioscia

COSAS DE OTROS TIEMPOS

Al menos a mí me pasa. Cuando leo algunos escritos, en ellos logro descubrir la edad aproximada de quien lo realizó. Si, en un texto se puede percibir eso, por la introducción de datos que van señalando la época vivida por su autor. Pues bien yo evitaré dar al lector ese trabajo de analizar eso y diré que soy del tiempo que, a una mujer se le daba la mano para ayudarla a bajar de algún transporte o de las altas veredas a las calles adoquinadas, se le decía lindos piropos o se la acompañaba siempre caminando junto a ella y del lado de la calle, dato no menor habida cuenta que esas gentilezas hoy, ya no se ven.

A mi entender esos actos de cortesía nada tienen que ver con eso del ¨sexo débil¨. No pienso eso ya que considero que, somos nosotros mucho más débiles que las mujeres. Ellas son capaces de soportar los dolores de un parto y, con certeza nosotros caeríamos desmayados al presenciar el nacimiento de otra vida. Apenas fue una distracción el apuntar esto. El acompañar una dama del modo explicado tiene su origen en el viejo Buenos Aires, con sus veredas angostas y sus calles barrosas en invierno y polvorientas en verano. Entonces no faltaban briosos corceles y jinetes revoleando rebenques, elemento con lo que azotaban a su cabalgadura y, es por esa maniobra que peligraba la integridad de los caminantes.

Con las calles embarradas, también era frecuente que cantidad de lodo fuera a dar sobre los vestidos de los caminantes. Esa era la razón de caminar siempre el hombre del lado de la calle y cuyo propósito era protegerla de eso accidente. Mucho de esto se ha perdido. Por eso y, aunque siempre me tienta hacerlo por simple cortesía, en estos nuevos tiempos ya no le doy la mano a ninguna dama conocida o no para ayudarla a bajar del transporte, tampoco me animo a decirle algún piropo y menos, a mirarla con el simple propósito de admirar su belleza o regalarle una flor, porque temo ser calificado de acosador. Soy del tiempo viejo y al llegar casi al punto final seguro descubrieron ya mi edad. Las cosas han cambiado y cada uno evaluara si aquello fue o no mejor.