MALVINAS Y EL INCUESTIONABLE DERECHO SOBERANO


Gerardo Scioscia
MALVINAS Y EL INCUESTIONABLE DERECHO SOBERANO
El reconocimiento de nuestros derechos sobre las islas Malvinas tiene distintos modos. No siempre es a base de declaraciones del país que las usurpa y ocupa militarmente. En realidad, hay sucesos del pasado, que pese a ser pequeños, tuvieron que ver con esa medida tan esperada, como fue el caso de un fallo judicial por diferencia de haberes, entablada por pescadores argentinos que trabajaron para una gran empresa pesquera en las islas Georgia del Sur durante la década del 50.

Pero antes de recordar el hecho, repasemos la historia de nuestras islas. Los primeros que intentaron colonizar Malvinas fueron los franceses y lo hicieron con Luis Antonio de Buganvilla a la cabeza. Este diplomático y marino que había nacido en Paris en 1729 zarpó con la Fragata ¨L´Aigle¨ y la corbeta ¨Le Sphinx¨ desde Saint-Maló el 8 de septiembre de 1763. Luego de tocar la expedición Montevideo llegó a las islas el 31 de enero del año siguiente. Allí, en los primeros días de marzo de 1764 construyeron un fuerte y varios edificios, lo que constituyó una población denominada Saint Luis. Por su parte, los ingleses, que desconocían la presencia francesa resuelven establecer en ese alejado punto de su país una o más colonias.
Con ese propósito, el comodoro John Byron visitó las Malvinas y el 15 de enero penetró en una amplio puerto formado por tres islas denominadas Trinidad, Vigía y parte norte de la Gran Malvina, al que luego llamó puerto ¨Egmon¨. Estos ocupantes estuvieron poco tiempo en el lugar. Pero los ingleses volvieron al año siguiente. En esta caso fue el capitán de navío John Macbride quien llegó con tres naves a ese puerto que denominó ¨George¨. Esta expedición, luego de visitar a los ocupantes franceses y entregarles un documento donde afirmaban que las islas eran inglesas, se retiraron.
Por su parte, al enterarse los españoles que las islas estaban en manos de los franceses acordaron con Bugainville abonarles por ellas 616.108 libras. Luego de esa transacción comercial, mandaron como gobernador al capitán de fragata de la Real Armada D. Felipe Ruiz Puente, por lo que a partir de entonces Puerto Luis pasó a llamarse ¨Nuestra Señora de la Soledad¨. El aprovisionamiento por parte del gobierno español de tan distante territorio se realizaba todos los años durante el verano. Las islas eran propiedad de España y las retuvo y asistió hasta 1811.
Sin embargo, desde ese año hasta 1820, las islas permanecieron sin ser ocupadas, pero el seis de noviembre se izó el Pabellón Nacional y nombró a tres comandantes militares como gobernadores. En cambio en 1829 es nombrado Luis Vernet como primer gobernador Político y Militar de las Malvinas. Vernet es sucedido por el mayor Esteban Francisco Mestivier quien fue asesinado mientras realizaba una inspección por las islas. Así las cosas, el tres de enero de 1833 desembarcaron los ingleses y enarbolaron sobre ese territorio su bandera. A partir de ese incidente comenzaron las reclamaciones diplomáticas. La primera protesta la efectuó Manuel Moreno, hermano de Mariano y funcionario de Juan Manuel de Rosas. Esos reclamos hasta el día de hoy nunca cesaron.
INGLESES SIN DERECHOS DICTAR NORMAS
Pero volviendo al tema inicial, fue una demanda por diferencias de salario efectuada en 1951 y que resultó favorable a los trabajadores argentinos, lo que dejó en claro que Inglaterra no tenía derechos sobre ese territorio. El hecho fue reflejado en una columna publicada en la página 16 de la revista PBT N° 788 del 26 de octubre de 1951. Según ese artículo, varios pescadores que realizaron tareas de caza y faenamiento de ballenas y lobos de mar en las islas Georgias del Sur, cuyos sus haberes se vieron afectados por el descuento del impuesto a los ¨réditos¨ cobrado por el gobierno ingles, resolvieron accionar judicialmente.
El caso fue llevado adelante por el juez Roberto A. Sureda Graells quien hizo lugar a la demanda. Este magistrado, luego de analizar la validez de ese descuento sostuvo que ¨la empresa ha violado expresas disposiciones legales al descontar el referido importe percibido por el gobierno inglés en territorio incuestionablemente argentino¨. Al ocuparse de ese fallo, la mencionada revista sostenía finalmente que ¨no solo la empresa tendrá que devolver a los pescadores el dinero descontado, sino que queda en pie un hecho incontrastable: que las Malvinas son Argentinas, y que, en consecuencia, debe imperar en ellas las leyes y disposiciones que dicte nuestro gobierno, único capacitado para dictarla¨.

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