Acallar a la prensa cuando dice cosas que molestan al poder no es nada nuevo. El modo para hacerlo es variado y va desde el quite de apoyo económico o a la búsqueda permanente de censurarlo. La historia registra uno de esos casos. Se trató del primer periódico porteño fundado en Buenos Aires por Francisco Cabello y Mesa denominado ¨ Telégrafo Mercantil ¨ y que fuera creado a instancia del de Manuel Belgrano, quien en tiempos del Virrey Avilés se desempañaba como secretario del Consulado de Comercio aunque tuvo una vida efímera.
El referido ¨Telégrafo Mercantil¨ que se auto titulaba ´Rural, Político, Económico e Historiográfico del Rio de la Plata apareció el primero de abril de 1801 y se imprimió en la Real imprenta de los Niños Expósitos. En sus páginas pudieron verse las firmas de Manuel José de Lavardén, Thaddeus Peregrinus Haenque, como asid también la de Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Pedro Cerviño y Luis José de Chorroarin entre otros. Cabe destacar que desde sus páginas se extendió el uso del adjetivo ¨ argentino ¨para referirse a todo lo relacionado al Rio de la Plata, algo que seguramente molesto a los representantes del gobierno español instalados en estas tierras.
FINAL DEL TELEGRAFO MERCATIL
Esa pudo ser una de las razones de su corta vida, aunque hubo otras que al unirse, provocaron la desaparición de ese primer periódico dedicado ad difundir la actividad comercial y el adjetivo argentino de la entonces todavía Virreinato del rio de La Plata. En efecto, a los problemas de orden económicos se sumaron varios desentendidos con las autoridades coloniales, que no veían con buenos ojos las tímidas criticas deslizadas en sus páginas y el estilo de sus sátiras y criticas de costumbre, por lo que finalmente este medio escrito sucumbió a tales presiones. Así fue que luego de 110 entregas finalmente dejo de aparecer en octubre de 1802.
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