Jueves 2 Ago 2018 | 08:37 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, ofreció, en el programa radial Compartiendo el Evangelio, unas reflexiones sobre el Evangelio del séptimo domingo del año litúrgico, en el que se habla de la multiplicación de los panes y los peces porque siempre el amor multiplica, el amor no divide, une. Por eso es para nosotros la maravillosa experiencia: el amor de Dios es lo que nos reúne a todos y hace que nos consideremos hijos de Dios, hermanos entre nosotros.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, ofreció, en el programa radial Compartiendo el Evangelio, unas reflexiones sobre el Evangelio del séptimo domingo del año litúrgico, este año el 29 de julio.
"El relato de este Evangelio -comenzó monseñor Frassia- nos habla de la multiplicación de los panes y los peces porque siempre el amor multiplica, el amor no divide, une. Por eso es para nosotros la maravillosa experiencia: el amor de Dios es lo que nos reúne a todos y hace que nos consideremos hijos de Dios, hermanos entre nosotros, superando diferencias, diversidades, de raza, de color, de cultura, de religión, de lugares, ya que todos formamos parte en este planeta, en esta aldea grande, de la vida y el universo".
El prelado prosiguió: "Parecen frases poéticas, pero son realidades muy ciertas y en este lugar el amor es lo que toda persona necesita para vivir. Ya sé que me van a decir -y yo lo comparto- que para vivir se necesita comer, educarse, tener buena salud, tener trabajo y ni hablar de los vínculos entre nosotros. Estas cosas las necesitamos totalmente. Por eso, la fe tiene que incidir en la vida y la vida tiene que estar iluminada y sostenida por la fe. Es cierto también que hay injusticias, desproporciones, mucha gente no tiene comida, no tiene agua, no tiene trabajo y mucha gente está perdiendo su dignidad".
"Creo que el llamado a 'denles ustedes de comer' está dirigido a todos nosotros, en especial a los sistemas, a los que tienen autoridad, a los que son representantes del pueblo en los distintos aspectos. Por eso digo que la interpelación es para todos. Todos tenemos que ver y tomar conciencia de una conversión y saber ofrecer algo para que se multiplique", dijo el pastor de Avellaneda.
"Teresa de Calcuta decía 'una gotita de agua en la inmensidad de un océano, una gotita sí, pero es una gotita'. Que cada uno sea capaz de dar y ofrecer su 'gotita de agua' para poder sostener el dolor de los demás, y que el amor de Dios sea el motivo principal de nuestra solidaridad". concluyó monseñor Frassia.+
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