El misterio del mal no es una fantasía, es una realidad

El misterio del mal no es una fantasía, es una realidad 
Jueves 14 Jun 2018 | 09:28 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, aseguró que el misterio del mal no es una fantasía, es una realidad. Lo dijo al comentar el pasaje evangélico que se leyó este domingo, donde los enemigos acusan a Jesús de estar poseído de Satanás, a lo que Jesús responde: ¨Yo vengo a pelear contra Satanás, vengo a rechazarlo, vengo a derrocarlo¨.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, aseguró que el misterio del mal no es una fantasía, es una realidad. Lo dijo al comentar el pasaje evangélico que se leyó este domingo, donde los enemigos de Jesús lo acusan de estar poseído del demonio, de Satanás, acusación que es rechazada por Jesús que, contrariamente, viene a pelear contra Satanás.
 "Este texto del Evangelio de Marcos -dijo monseñor Frassia- me lleva a destacar algunas cosas. En primer lugar, a Jesús se lo acusa de estar con Satanás, que está mal inspirado, que de alguna manera es enemigo de Dios. Por supuesto que Cristo rechaza estas afirmaciones señalando que Satanás no puede dividirse y pelear contra Satanás, y dice: “Yo vengo a pelear contra Satanás, vengo a rechazarlo, vengo a derrotarlo”.
 Y prosiguió el obispo: "Recordemos que Satán es el adversario, el diablo, el calumniador. De alguna forma siempre son los que 'embarran la cancha', los que van tentando, van seduciendo, se van metiendo en la imaginación, en los sentimientos. El tentador es tremendo porque quiere separarlo a uno y no quiere que uno llegue a su finalidad; uno quiere ser fiel a Dios, a la gente, pero el tentador tratará de debilitarlo para que no sea fiel a Dios ni a su gente. Es un enemigo que no hay que ignorar ni tampoco subestimar".
 "El misterio del mal -afirmó monseñor Frassia- no es una fantasía, es una realidad y, como decía el beato Pablo VI, el mal no es solamente una deficiencia, sino la eficiencia de un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor”. También hay una ponderación de un escritor de nuestro siglo, Baudelaire, que decía “su astucia está propiamente en persuadir a la gente, hoy más que ayer, que él no existe”.
 "El maligno juega, tienta, no ama y destruye. No puede amar, por eso destruye proyectos, personas, familias, sociedades. Quiere debilitar a la Iglesia. Pero siempre Cristo es el vencedor", concluyó el pastor de Avellaneda.+

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