AL IGUAL QUE JESÚS OTROS NACIMIENTOS HABRA ESTA NAVIDAD

AL IGUAL QUE JESÚS OTROS NACIMIENTOS HABRA ESTA NAVIDAD
Si bien sé por tradición, que un 25 de diciembre de hace 2017 años nacía en Belén un niñito llamado Jesús, que más tarde murió crucificado, no sé cuántos otros niños nacerán en este año y en ese día. El llamado Mesías llego a este mundo en un humilde establo donde sus padres José y María pudieron acceder, luego de peregrinar más de 150 kilómetros para empadronar a su primogénito, como era norma entonces.

Los tres o cuatro días de marcha que la pareja empleó para cubrir la distancia que los separaba de Nazaret, no fue fácil. En ninguna posada encontraban sitio para el descanso y la intimidad, ya que María estaba a punto de dar a luz. Por fin llegaron a Belén y allí, en un lugar que no era más que una cueva escavada en la roca, nació el niño. En la ciudad de David no hubo otro lugar para la pareja y el niño a nacer, por lo que allí María, luego del parto abrigo a su hijo con unos pañales y lo puso a descansar en ese establo. Así, falto de todo, nació Jesús. Sin embargo a este hijo de un carpintero y una mujer dedicada a la tares del hogar, jamás le importo haber llegado al mundo en esas condiciones. Es más, eso lo convirtió en un pescador de almas en su intento de cambiar la conducta humana. Esa fue su misión.
En las primeras hora de este nuevo 25 de diciembre muchos bebes llegaran a humildes viviendas, pero también otros a casas lujosas y, al igual que las diferencia de lugar de nacimiento, así serán sus vidas. El haber nacido pobre a nadie obliga a seguir siendo pobre aunque si pueden sentir lo que siente un pobre, aunque con el tiempo cambie de condición social. Los ricos crecerán en su riqueza material, pero los más humildes lo harán a partir de su interior. Estos, al igual que a nuestro Salvador, se harán grandes. Lo material nunca se llevó bien con lo espiritual, por lo que si tu espíritu esta en paz, lo otro finalmente se logra con esfuerzo y mucho trabajo y, quizás ambas cosas un día lleguen a congeniar. En cambio, a quienes les sobran bienes materiales, les es difícil ser espirituales. Esto es simple: ellos poseen y derrochan y creen que los demás también hacen lo propio. Calzan buenos zapatos y sus pies, pueden llevarlos cómodamente a cualquier parte que decida. Los otros, esos que solo poseen riqueza interior, usan zapatos de tercera y cada paso les duelen los pies, pero avanzan. Si, lo hacen lentamente y siempre pensando en el otro que también sufre de las mismas carencias .
  Los demás, en especial esos que nacieron en una casa lujosa nada sienten, porque creen y sostienen que todos viven igual. Bebe buen vino y en su mesa abundan los manjares. Pero los otros se alimentan de esperanza y en sus corazones comienzan a abrigar eso que se llama solidaridad. Como no ser solidario con el otro si ¨él¨ supo de necesidades y sabe cómo duele la panza cuando en la mesa no hay nada para comer. Al otro, a ese otro que nació el mismo día que él, pero en casas muy distintas siempre todo le sobro. Así crecen el uno y el otro que nacieron el mismo día en que nació Jesús, pero con una diferencia de tiempo enorme
A sus 33 años, el enviado de Dios fue sometido a juicio por sus acciones. Lo juzgaron porque entre otras cosas echo a los mercaderes del templo. Entonces lo presentaron frente a Poncio Pilato y junto a otro condenado, Barrabas, un conocido ladrón aunque uno, podría ser salvado por el pueblo. Sometido a votación, estos decidieron condenaron a Jesús a morir en la cruz. De aquí a 33 años pasaran muchas cosas pero hay algo que espero no suceda: si se debe decidir por la suerte de esos jóvenes por alguna circunstancia, espero no se repita la historia y se condene a los barrabas y nunca a los jóvenes solidarios que, por cosas del destino, nacieron un día como el que nació Jesús, pero con más de dos milenios de diferencia buscaran seguir su camino.

sciosciagerardo@gmail.com

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