Mons. Frassia a los jornadistas: “¡Sigan siendo jóvenes!”

Mons. Frassia a los jornadistas: “¡Sigan siendo jóvenes!” 
Viernes 17 Nov 2017 | 11:32 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, presidió la misa por el 40º aniversario del Movimiento Jornadas de Vida Cristiana en la diócesis. En su homilía se dirigió a los jornadistas, a quienes llamó a seguir siendo jóvenes, viviendo con entusiasmo y haciendo apostolado. 

 En el marco de los 40 años del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana en la diócesis, monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, presidió una misa en el colegio Vicente Sauras.
 En su homilía, el obispo se dirigió a los sacerdotes, diáconos, seminaristas y a toda la “familia jornadista”, a quienes expresó una alegría “muy profunda” por celebrar el 40º aniversario del movimiento. “Recibir lo que otros han cosechado a lo largo de la historia de la vida diocesana, siempre nos mueve a un reconocimiento y una gratitud”, reconoció. Los festejos por los 40 años en la diócesis coinciden con las bodas de oro del movimiento a nivel nacional.
 “Así es la Iglesia, que se va formando y consolidando pero nunca se queda en la individualidad. La Iglesia siempre va preparándonos para vivir en la comunidad diocesana, en la comunidad que supera los límites de una parroquia, la comunidad que está presente en toda la Iglesia. Es esa misma comunidad que tiene que repercutir en la sociedad y en el mundo. Esta es la cosa extraordinaria donde Dios nos va trabajando, nos va puliendo y nos va llevando a vivir esta hermosa experiencia”, señaló el prelado.
 Monseñor Frassia llamó a “hacer memoria de lo que hemos vivido pero que también nos trae a este presente” y reconocer que estamos “en el centro del cambio", como un desafío en el que hay que descubrir “qué quiere decirle Dios a los jóvenes, a los hombres, a las mujeres, para que sean santos, para que sean apóstoles!”. “Sabemos que estamos en la Iglesia para evangelizar, estamos llamados para el anuncio, estamos llamados para transmitir la Buena Noticia, estamos llamados para ser sal de la tierra y luz del mundo, estamos llamados para poner a la realidad colores que dignifiquen y hagan brillante la vida de nuestros jóvenes, que es una hermosa tarea evangelizadora y misionera”, recordó el obispo.
 El prelado afirmó que “tenemos que lanzarnos con vigor, con entusiasmo y con algo que no nos puede faltar: la convicción personal. Esa convicción se muestra y se vive en la identificación a Jesucristo; por nuestro bautismo pertenecemos a Él, somos parte viva del Pueblo de Dios y hemos recibido un regalo, un don, que tenemos que transmitir, comunicar y anunciar”.
 En un mundo que ha perdido el entusiasmo, donde no hay paz en el alma porque muchas veces no se sabe encontrar a Dios, el obispo recordó que los jóvenes “tienen que seguir buscándolo” y aseguró que “sin este encuentro, sin esta búsqueda, tenemos poco para dar en el presente y en el inmediato futuro”.
 “Los tiempos son difíciles, pero van a ser más difíciles si nos apartamos de Dios”, afirmó monseñor Frassia, y llamó a los jornadistas a ir “a la fuente, a lo esencial”, recordando la necesidad de la oración personal.
 “En estos cuarenta años, donde uno tiene que agradecer, hacer memoria, recordar anécdotas que puedan tener en su vida, siempre tiene que llevarlos a que la vida es una plenitud; que la vida uno tiene que seguir dándola. Los años pasan, las arrugas vienen, los “achaques” también; pero que no venga a ustedes la vejez espiritual; sigan teniendo un corazón de jóvenes”, animó.
 “Sigan siendo jóvenes, sigan viviendo con entusiasmo y sigan haciendo apostolado; sigan comunicando e invitando, a esta herramienta de las Jornadas de Vida Cristiana, a muchos hermanos, a muchos jóvenes, porque puede ser un gran encuentro transformador en sus vidas. Pero también ayúdenlos a tener continuidad y perseverancia, a seguir madurando en la vida y en la Iglesia”, exhortó.
 “Ustedes también sigan madurando en la vida y en la Iglesia ¡y que se note que son cristianos!, ¡que se note que son creyentes!, ¡que se note que son jornadistas!, ¡no tengan vergüenza de que se note!”, concluyó, recordando que “la Iglesia los necesita. Ustedes necesitan de la Iglesia. Ustedes con nosotros somos Iglesia y somos una familia diocesana; nos tenemos que interesar, respetar y considerar a todos porque en la familia cada uno va ocupando su lugar, porque cada uno es importante en lo que dice, en lo que hace, en lo que piensa, en lo que oye”.+

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