EL LANUSAZO, UN MOVIMIENTO VECINAL QUE SE ANIMÓ A LOS MILITARES

EL LANUSAZO, UN MOVIMIENTO VECINAL QUE SE ANIMÓ A LOS MILITARES 
 La historia reciente está llena de movimientos sociales, surgidos por la necesidad de conquistar o defender algún derecho avasallad. Sin embargo, triunfantes o no, muchos de ellos rápidamente fueron pasando al olvido. Es que en los últimos 35 años de vida de nuestra Patria, se sucedieron numerosa ¨marchas del silencio¨ para reclamar el esclarecimiento de muertes a manos de delincuentes y también por las víctimas del ¨gatillo fácil¨. Las de ahorristas que perdieron su dinero depositado en los bancos. Las de los abuelos pidiendo incrementos en sus haberes jubilatorios. De travesti, por los muertos de la AMIA y la embajada israelí. Sin olvidarnos de las que todos los jueves realizaban las ¨Madres de Plaza de Mayo¨, cuyos pañuelos blancos en la cabeza, nos traen a la memoria el triste pasado de nuestra Argentina. Tampoco podemos pasar por alto la ¨rebelión popular¨ que en el 2001 terminó con la caída del gobierno del doctor Fernando de la Rua. Pero hubo otras más. 

 Fueron aquellas que se sucedieron durante el gobierno militar ostentado por el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri y cuando se había perdido la batalla por las islas Malvinas. Se trata de multitudinarios reclamos por el excesivo aumento de las tasa municipales, algo que nunca antes había ocurrido y que no se ha vuelto a repetir a pesar que desde entonces no hemos vividos años de bonanza. Al contrario, distintas crisis sumieron al cincuenta por ciento de la población en la miseria, y hoy el número de cartoneros que deambulan por las calles es cada vez mayo. Son hombres y mujeres tratando de ganarse unos pesos. Seguramente algunas de esa manos desocupadas nos borraron parte la historia arrancando numerosa placa se bronce de los monumentos, que luego cambiaron por unas monedas y más tarde fueron fundidas en lingotes y así reutilizar el material en la industria metalúrgica. Por otra parte, el listado de buscavidas surgidos al calor de la decadencia en que entró el país sería muy largo, pero no se puede dejar de mencionar a los jóvenes que, con secador en mano, asaltan literalmente a los a los automovilistas queriéndoles limpiar el parabrisas de su auto a cambio de una monedas, y a los cientos que sin futuro, matan su tiempo reuniéndose en los lugares más oscuros de los barrios. Tampoco podemos dejar de señalar la enorme cantidad de mendigos que pululan por las boleterías de las distintas estaciones de trenes, y también en las paradas de colectivos.
 Es sin dudas un paisaje pintado por los desaciertos políticos. Esa clase dirigencial parece haber olvidado que se debe gobernar para el bien común y hoy miran para un costado. Para ellos parece ser prioritario mantener el estatus alcanzado y pagar una deuda externa de la que no se ha hecho rendición de cuentas. Por eso, hace tiempo se aumentó la presión impositiva sobre el otro cincuenta por ciento de la población, que resiste de pie y como puede, sobrevive. En los últimos meses desde la provincia se envían notas en rojo a quienes deben impuestos, mientras que los automóviles que no tengan al día el pago de sus patentes, se les pegará una oblea en el parabrisa una oblea de infractor. Los municipios también aportan lo suyo intimando a quines deben A.B.L con rematarle sus viviendas. Muchas obligaciones y pocos derechos, dado que la seguridad y la salud de la población, no tiene una respuesta a ese sacrificio que se le reclama.
 Pero la lista no estaría completa si no apuntamos que, mediante el amparo de los leoninos contratos, las empresas están facultadas a cortarle el servicio a todo usuario que no pueda pagar las facturas en término, sin importar los motivos que produjeron eso atraso. Así, cientos de familias son castigadas con el corte de los servicios esenciales como el agua, la luz o la electricidad por el simple hecho de ser morosos.
 Frente a esta realidad, no volvieron a levantarse voces de queja como en 1982. ¿ El silencio será por temor a perder la democracia que tanto costó?. Creo que no, simplemente se esta poniendo a prueba al pueblo par ver hasta donde resiste. Pero ¨ cuando el pueblo se cansa hace sonar el escarmiento ¨ dijo alguna vez Juan Domingo Perón que por tres veces gobernó la Argentina.
 Pero volvamos al movimiento vecinal ocurrido el 24 de noviembre de 1982 bautizado por los medios de prensa como ¨ El Lanusazo ¨.
 AUMENTO DE TASAS DE UN VEINTICINCO POR CIENTO
 El 27 de septiembre de 1982, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires Jorge Aguado, que como participe de un gobierno De Facto tenía facultades sobre los departamentos deliberativos de los municipios, mediante la Ordenanza General N* 321 para todos los partidos de la provincia se Buenos Aires, resuelve aumentar en un 25% el importe de cada una de las boletas de Alumbrado Barrido y Conservación de la Vía Publica, que entonces su pago se realizaba trimestralmente, significando ese incremento un duro golpe a los bolsillos de los contribuyentes, que por entonces, soportaban distintos aumentos de la canasta familiar , pulverizando así el salario.
 Conocida la novedad, pronto se iniciaron movimientos de resistencia a eso incremento considerado como ¨ abusivo ¨ por la población. En realidad fueron las Amas de Casa en proponer el no, pago de esas boletas, ya que aconsejaban ¨ quemarlas ¨ cuando llegaran. En el partido de Tres de Febrero, luego que no fueran escuchados los reclamos de los vecinos por el intendente contador Rodolfo Vásquez, distintas entidades de la zona, convocan a manifestarse el 15 de noviembre frente a la municipalidad local. Ese dí, unas 8000 personas se concentraron frente a la sede del municipio bajo la atenta vigilancia policial, solicitando aviva voz la derogación de ese incremento en la tasa de A.B.L, para luego desconcentrase sin que se produjeran desmanes.
 Entretanto, en los dos extremos del partido de Lanús, los vecinos comenzaban a organizarse. El mismo día que los habitantes de Tres de Febrero frente al municipio, en Lanús Oeste los lugareños se reunían en la Junta Vecinal de Villa Diamante, para respaldar el petitorio mediante el cual las Amas de Casa reclamaban la derogación de esos aumento, al tiempo que se convocan a una nueva reunión, pero esta vez no sería en un lugar cerrado, como lo marcaban las disposiciones policiales de entonces. El nuevo encuentro se haría cinco días después en la plaza Villa Giardino.
 También en contra de esos aumentos se pronunció el Centro de Comerciantes e Industriales de Valentín Alsina. Esa entidad en un comunicado de prensa difundido entre los medios, luego de repudiar los abusivos aumentos, destacaba que ¨ así como cada uno ciudadano fueron poco a poco renunciando a sus necesidades, en algunos casos vitales ¨ los comerciantes pedían que ¨ también las autoridades dejen de lado todo lo superfluo ¨ para finalmente reclamar que ¨ se deje sin efecto ¨ el aumento compulsivo. A ese reclamo también se le sumaron algunos partidos políticos, que por mucho tiempo habían estado silenciados.
 Ese sábado, en la plaza ubicada en Coronel Molinedo y Marco Avellaneda de Lanús Oeste, ciento de vecinos acudieron a la convocatoria, mientras que una enorme cantidad de policías pertrechados como para la guerra, seguían las alternativas. Hora antes de iniciarse el acto, los uniformados detuvieron a directivos de la entidad convocante, intentando con esa medida que no se realizara la protesta, que finalmente se llevó adelante como estaba prevista. Un día después, en la sociedad de Fomento de Villa Obrera de Lanús Este, también se llevaba adelante una reunión de vecino. El domingo en su sede de Caaguazú 3168 de Lanús Este, unas 2.000 personas resolvían protestar frente al municipio. La manifestación de los vecinos se haría cuatro días después, coincidiendo esa medida con la adoptada por los lugareños de Lanús Oeste el día anterior. La concentración se haría el día 24 a las 17 horas frente al edificio municipal, que por entonces se ubicaba en la avenida 25 de Mayo 131 del sector Oeste del partido de ese partido.
 La reunión efectuada en la entidad fonetista de Lanús Este fue reflejada el mismo día por el diario ¨ Crónica ¨ en su edición de la tarde. En la página 24 de esa edición vespertina, junto a una nota a una columna en la que hacia referencia a la prorroga dispuesta por el Ejecutivo del Partido de Morón para el pago de tazas municipales, a tres columnas y una foto, con el titulo ¨ OTRA PROTESTA VECINAL ¨ se detalla lo sucedido en Lanús. Esa nota en uno de sus párrafos señalaba que ¨ aunque no medió ninguna prohibición por parte de las autoridades bonaerenses, la actitud disuasiva de contingentes policiales motivó la postergación de actos similares previstos en los últimos días en las localidades de Valentín Alsina, Villa Caraza y Monte Grande en el gran Buenos Aires.
 ¨También trascendió que esta semana se habría montado un operativo especial con efectivos de la central policial de policía bonaerense en todos los partidos del Conurbano para prevenir posibles desmanes ¨. En el mismo diario en otro párrafo relataba que ¨ Sin embargo, pese a esas versiones, cerca de 2.000 se reunieron hoy a las 10.30 horas en la Sociedad de Fomento de Villa Obrera ¨. Esa misma nota también brinda detalles de lo resuelto durante la asamblea, que se llevó adelante a pesar de las presiones ejercidas desde el poder para que fuese suspendida. Dentro de ese clima se desenvolvieron todas las protestas
 De todos modos, en Villa Giardino y Villa Obrera, los vecinos ya habían decidido, marcharían el miércoles por la tarde a la municipalidad para hacerse oír y simultáneamente habría cierres de comercios y toque de bocina.
 EL INTENDENTE GREGOTI NO LOS RECIBE
 Previa concentración en sus respectivas sedes, los vecinos de Lanús Este y Oeste el miércoles 24 de noviembre a media tarde como estaba previsto, se ponen en marcha rumbo a la municipalidad de Lanús. Unos, luego de avanzar por calles interiores toman por la avenida 25 de Mayo, mientras que la columna de manifestantes provenientes de Lanús Este camina por la avenida Caaguazú en dirección al mismo objetivo. En ambos casos se intentarán entregar un petitorio al entonces intendente Carlos Romualdo Gregotti reclamándole la anulación del aumento. Las columnas se iban engrosando a medida que avanzaban, al tiempo que el comercio cerraba sus puertas tal como estaba previsto. Entretanto en torno al edificio municipal se desplegaba un fuerte operativo policial.
 Los efectivos allí destacados estaban provistos de bastones, escopetas ¨ Itaka ¨, lanza gases, balas de goma y perros adiestrados para atacar se les ordenaba. Así fueron recibidos quienes solamente pedían no se aumentaran las tasa municipales en Lanús durante el último gobierno militar.
 Los primeros manifestantes comenzaron a llegar minutos después de las 17 horas y pronto fueron una multitud, cuyo avance solo frenó las valles de madera colocada a unos cien metros de la municipalidad y protegida fuertemente por la policía, que para el diario ¨ La Razón ¨ del día siguiente de esa protesta ¨ era de 200 hombres de infantería, con perros, escopetas sitaza y equipos lanza gases que formaron cordones detrás de las defensas ¨. Pero a ese dato debemos apuntarle que en las cercanías, también había grupos de uniformados listos para intervenir en cualquier momento.
 La idea de los vecinos era simplemente entregar un petitorio al jefe comunal y luego retirarse. Sin embargo dos horas después de haber llegado, para quienes reclamaban no había respuesta alguna, por lo que los cánticos de los funcionarios y el propio Gregotti iban subiendo de tono. Pero la presión de la multitud, que según los medios, oscilaban entre ocho y diez mil personas dio resultado; el intendente había resulto recibir a una veintena de manifestante. Los encargados de comunicar esa decisión fue la propia policía. El camino del dialogo parecía abrirse. Sin embargo no fue así. La sensación de que todo concluiría pacíficamente, solo duró unos minutos.
 Mientras que todavía se le estaban tomando los datos personales a los representantes vecinales que se encontraban dentro del edificio, una empleada les avisó que el intendente había finalmente decidido no recibirlos, por lo que todo cambio a partir de ese momento y comenzaron a redoblarse los cánticos contra el intendente al tiempo que comenzaron los primeros forcejeos con la policía. Minutos más tarde es desataría una violenta batalla campal que dejaría numerosos heridos y detenidos entre los manifestantes.

GERARDO SCIOSCIA

Comentarios

Seguidores