Mons. Frassia: Jesucristo es el Señor de la historia y de la vida

Mons. Frassia: Jesucristo es el Señor de la historia y de la vida
Jueves 17 Ago 2017 | 07:33 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): “Es increíble, pero tenemos que darnos cuenta de que la presencia del Señor está vigente en la historia de los hombres, en la trama, en el tejido de lo humano y también está presente a través de la naturaleza. Jesucristo es el Señor de la historia y de la vida. Él tiene el poder de mandar sobre la naturaleza. Cristo camina sobre las aguas del mar y nuestra experiencia nos dice que esto es imposible. Para nosotros es imposible pero para Dios nada es imposible”, aseguró el obispo de Avellaneda, Mons. Rubén Frassia, en el programa radial “Compartiendo el Evangelio”.
“Es increíble, pero tenemos que darnos cuenta de que la presencia del Señor está vigente en la historia de los hombres, en la trama, en el tejido de lo humano y también está presente a través de la naturaleza. Jesucristo es el Señor de la historia y de la vida. Él tiene el poder de transformar, modificar, cambiar, ordenar y mandar sobre la naturaleza. Cristo camina sobre las aguas del mar y es así que nuestra imaginación, nuestra experiencia, nos dicen que esto es imposible. Claro, para nosotros es imposible pero para Dios nada es imposible”, aseguró el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, en el programa radial “Compartiendo el Evangelio”.
Los Apóstoles -prosiguió- se asustan creyendo ver un fantasma, pero Jesús les dice “¡soy yo, no teman, tranquilícense!”. Pedro, como siempre en primera persona, tan exuberante, tan expresivo, le dice “si eres tú mándame ir, yo quiero alcanzarte” y lo hace, pero luego tiene miedo por el viento y la presencia amenazante de las olas y empieza a hundirse. Eso nos pasa con frecuencia. Aquel discípulo que quiere ser un verdadero discípulo pero luego, ante las adversidades de la vida, ante los problemas, ante las tentaciones, la debilidad y la fragilidad, lo hacen desalentarse o, como dicen los jóvenes, “bajonearse”.
Pedro tiene la capacidad de la humildad y de la verdad y le dice: “¡Señor, sálvame!”. Y es esto lo que tenemos que decirle al Señor: ¡Señor en ti confío, sálvame, sálvanos! Y Jesús estira su mano para que se reponga y siga adelante.
“Cristo -concluyó monseñor Frassia- nos da la seguridad de su presencia, nos da la seguridad ante las pruebas, pero nos pide una condición esencial: que tengamos una confianza sin titubeos. Solo la fe es victoriosa; hay que perseverar, tener fe y creer todo lo que Dios nos dice y nos pide.+

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