“Que podamos crecer como hijos”, pidió Mons. Frassia a la Virgen de Luján

“Que podamos crecer como hijos”, pidió Mons. Frassia a la Virgen de Luján
Jueves 11 May 2017 | 12:24 pm
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, presidió una misa por la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de Luján, en Sarandí, y pidió a María “que nos ayude a crecer, a madurar y a superar la esclavitud del pecado”.
En el marco de la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, el 8 de mayo, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, presidió la misa que se llevó a cabo en la parroquia que lleva ese titulo mariano en Sarandí, luego de un momento de adoración eucarística.
“La presencia de la Virgen, en la vida de un cristiano, no es un hecho casual sino que es voluntad de Dios que quiso hacerse presente por medio de la Virgen, la Madre de Dios y nuestra Madre”, aseguró el obispo en su homilía.
“¡La Virgen nos da su Hijo a todos!”, exclamó y agregó: “Hoy más que nunca tenemos que pedirle a María, ya que somos sus hijos, que nos ayude a crecer, a madurar y a superar la esclavitud del pecado, muchas veces vinculada por acciones buenas pero esclavitudes al fin: egoísmos, mentiras, injusticia, vanagloria, soberbia, individualismo. Tantas cosas que, de alguna forma, el ser humano sucumbe ante estas tentaciones”.
El prelado animó a pedirle a la Madre de Luján que podamos crecer como hijos, que nos ayude a cuidar a nuestras familias, a honrar a la Iglesia, a respetar a nuestra patria, a tratarnos entre nosotros como hermanos, respetándonos en las opiniones y en las diferencias. “Pero, ¿qué quiere una madre? ¡Ella quiere que sus hijos se amen, se respeten, se traten como hermanos!”, aseveró.
“Nuestra patria o nuestra sociedad se está como deteriorando por tantas cosas, tantos egoísmos. Ciertamente tenemos que avanzar hacia la plenitud, hacia la madurez. Tenemos que dejar de ser el centro del mundo. Tenemos que hacer el bien y cumplir con la misión”, afirmó.
“Es importante pedirle a la Virgen hoy que bendiga nuestra patria y nos ayude a darnos cuenta de que nuestra existencia y nuestra vida es para adorar y alabar a Dios y servirlo por medio de nuestros hermanos. ¡No hay otro camino! ¡No hay otra ruta que seguir!”, concluyó el obispo.+

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