Miercoles 21 Dic 2016 | 09:01 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): ¨Al celebrar el cuarto domingo de Adviento, ya a las puertas de la Navidad, encontramos una vez más la iniciativa de Dios que está con el pueblo de Israel, el pueblo que Él eligió de entre otros pueblos, con el que se comunicaba, se manifestaba y se revelaba y -en los últimos tiempos- lo hizo en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre¨, expresó el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, en el programa radial Compartiendo el Evangelio.
"Al celebrar el cuarto domingo de Adviento, ya a las puertas de la Navidad, encontramos una vez más la iniciativa de Dios que está con el pueblo de Israel, el pueblo que Él eligió de entre otros pueblos, con el que se comunicaba, se manifestaba y se revelaba y -en los últimos tiempos- lo hizo en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre", expresó el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, en el programa radial Compartiendo el Evangelio.
"Frente a ese acontecimiento, único, inédito y original, el Dios que se hace hombre para que el hombre llegue a Dios en Jesucristo, el misterio que estaba escondido se hizo presente y Dios vino a nosotros", añadió.
"Es una cercanía -dijo monseñor Frassia- con rostro humano y con un obrar divino que se hace presente en nosotros; que está tan presente que su imagen nos toma, nos hace parecidos a Él y podríamos decir que nos diviniza y también nos humaniza".
"Observemos esta escena -propone el prelado- : José es el hombre obediente que no entendía pero que obedeció; la misma Virgen María que ante su pregunta acepta la voluntad de Dios. El mismo Cristo, el Verbo que se encarna, obedeciendo al Padre. El misterio del ser humano está en una frecuencia de diálogo, de escucha y de respuesta, de pregunta y aceptación; sobre todo debemos saber que Cristo es quien provoca el encuentro entre Dios y los hombres".
Por último, el Pastor de Avellaneda-Lanús ruega que en esta Navidad seamos capaces de encontrarnos con Dios, y que también nos encontremos con nuestros hermanos, ya que hay mucha gente está perdida, abatida, desanimada, entristecida, y todos tienen necesidad de volver a la esperanza, a Cristo.+
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