Agradecer a Dios por la vida y todo lo que nos da

Agradecer a Dios por la vida y todo lo que nos da 
Miercoles 12 Oct 2016 | 09:44 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Oscar Frassia, dedicó al sentimiento de gratitud sus reflexiones que dirigió a los cristianos a través de radios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, e invitó a agradecer a Dios por todos los bienes que nos da gratuitamente, comenzando por la propia vida. Sus reflexiones se basaron en el episodio evangélico de los diez leprosos que curó Jesús, de los cuales solamente uno volvió para agradecerle su curación.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, dedicó al sentimiento de gratitud sus reflexiones que dirigió a los cristianos a través de radios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, e invitó a agradecer a Dios por todos los bienes que nos da gratuitamente, comenzando por la propia vida. Sus reflexiones se basaron en el episodio evangélico de los diez leprosos que curó Jesús, de los cuales solamente uno volvió para agradecerle su curación.
 “Muchas veces -observó monseñor Frassia- vivimos como dueños de nuestra vida. Hemos recibido infinitas gracias: la vida, la familia, la Iglesia; el experimentar tantas cosas en el transcurso de nuestra vida: alegrías y tristezas, luces y sombras, gozos y penas; recibimos muchos regalos que nos los atribuimos, nos apropiamos como si fueran nuestros bienes, como si fueran nuestros logros y no sabemos reconocer al Autor de esta bendición, de esta gracia. Por eso vivimos una vida opaca, pequeña, superficial”.
 “Tenemos que darnos cuenta -añadió- de que todo lo que Dios nos da, aun nuestra propia existencia, es gracia, es don de Dios. Y para reconocerlo hay que tener una mirada de fe, una mirada sobrenatural. Todo lo que acontece es adorable; todo lo que sucede algún sentido tiene y hay que buscarlo, descubrirlo, transitarlo, vivirlo, contemplarlo, entregarlo y agradecerlo.
 “¡Qué poca importancia -continuó- damos al contacto bello de la naturaleza! ¿Cuántas veces nos ponemos a mirar la luna, el sol, las nubes, la lluvia, el cielo radiante? ¿Cuántas veces somos capaces de escuchar los pájaros, cómo nos cantan y alaban a Dios? En las mañanas temprano, ahora que estamos en primavera, en el despertar anticipado de los hombres, los pájaros empiezan a trinar y con ello alaban al Creador.
 Qué bueno sería “si nos diéramos cuenta de tanta belleza, el silencio, el viento, el movimiento de los árboles, el contacto con las personas. Tenemos que descubrir nuevamente el rostro y la presencia de Dios en cada acontecimiento de la vida, en lo humano, en la naturaleza y en lo sobrenatural”.
 “Volvamos a Dios para agradecerle porque cuando uno agradece y vuelve a Dios, Dios le dice: “tu fe te ha salvado”. “Que tengamos esta experiencia de gratitud y no de ingratitud, de reconocimiento y verdad y no de ignorancia”, concluyó.+

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