Cuando un delincuente irrumpe en tu vida ya nada es igual. Si sales ileso de ese ataque darás gracias a Dios. Si reaccionas y sin penarlo, simplemente de modo instintivo intentas defender lo tuyo puedes perder la vida, aunque la del malviviente seguirá su curso si no es atrapado, si lo es, quizás algunos años de cárcel y volverá a la calle y quizás, como viene sucediendo, atacará de nuevo.
Si defiendes tus bienes y vida, has de perder la tranquilidad y también la libertad si el atacante sale herido o muerto. Batalla desigual si las hay. A ella te arrastran y en la que nunca has querido ser protagonista. Vos que nunca estuviste envuelto en ninguna causa judicial, de pronto te encuentras en una situación complicada. No pensaste, pero tuviste que contratar un abogado para que te defienda y además, cargar con las costas del juicio. Es entonces que notaste que el Estado no te cuido. Vos que siempre pagaste tus impuestos para sostener a ese Estado, te diste cuenta que no estuvo cuidando tu seguridad y esa hoy es la causa de tus males. Esa fue la primera vez que no estuvo a tu lado. La segunda fue cuando no te puso sin costas y de inmediato, una defensa de varios abogados. Duele ser olvidado y duele más cuando ves que tus agresores, que como suele decirse ¨al toque tienen quien los defienda¨.
Defenderse de un ataque es una reacción natural, es tan natural como el miedo a padecer situaciones extremas. Lo anormal es no defenderse frente a una agresión. El propio cuerpo humano cuando es atacado por un agente extraño reacciona y, en algunos casos eso se traduce en fiebre o disminuyendo la cantidad de glóbulos rojos se haber una infección importante. Quizás no es el ejemplo correcto para este caso, pero es el que se me ocurrió.
La delincuencia se fue de madre, se roba y se mata a un semejante así porque sí. Luego vienen los reclamos y las marchas. Para combatirla se ensayaron decenas de formulas y al parecer, ninguna dio resultado. Foros de Seguridad. Policía uno, policía dos, purgas policiales más purgas policiales y el resultado, un mayor avance de la delincuencia. Quizás habrá que ensayar otros métodos para que ya no haya más muertes inocentes.
Como en el cuidado de la salud, la prevención es fundamental. Pero si la enfermedad gano el cuerpo se debe aplicar el remedio correcto. Por eso también deberá ser correcta la aplicación de las leyes contra el infractor. Tomar el toro por las astas sería el resumen. Mientras tanto nosotros seguiremos aportando al Estado nuestros impuestos. Es decir haremos nuestra parte siempre. Para hacerlo yo trabajo, tú trabajas, nosotros trabajamos. En cambio ellos se quedan con el esfuerzo de nuestro trabajo, pero parece que eso poco importa a quienes deben darnos protección, habida cuenta de lo que viene pasando.
SCIOSCIAGERARDO@gmail.com
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