LAS TARIFAS GANAN POR GOLEADA A LOS SALARIOS

LAS TARIFAS GANAN POR GOLEADA A LOS SALARIOS 
 La sensatez es un valor escaso en algunos funcionarios del actual gobierno. Así se demostró con el reciente aumento de las tarifas de los servicios luz, gas y agua. Si bien en ese sentido hay muy pocos que piensan que no deberían registrarse aumento alguno de las mismas, lo cierto es que no podían mantenerse tan bajas. Pero hubo subas y que subas las anunciadas por el ministro del área Juan José Aranguren. Ocurre que semejante medida pone en riesgo miles de presupuesto hogareños, ya que en la mayoría de los casos los salarios no subieron del mismo modo, produciéndose un desfaje que se nota, y mucho. Locales comerciales anunciando liquidaciones por cierre, otros que bajaron sus cortinas previendo que no podrán afrontar esos gastos y en más de una familia, la preocupación no es menor, por lo que se reservan de realizar gastos extras. 

 A nadie escapa que, hasta hace muy poco llegaban facturas con la leyenda tarifa subsidiada por el gobierno nacional. Ahora bien, si las tarifas eran subsidiadas se presume que, con la diferencia puesta por el Estado, las cuentas de esas empresas se encontraban equilibradas.
Quizás no alcanzaría para que tuvieran un superávit enorme, pero se entiende que no trabajaban a perdida. Sin embargo parece que no fue así, habida cuenta la medida adoptada recientemente. Pero si no fue de ese modo, porque tanta publicidad recordatoria de las bondades del Estado, al que reconozco sus méritos cuando se pone al lado de los más humildes.
Si no se e volcó ese dinero para los objetivos previstos ¿ en los bolsillos de quienes fueron a dar?. Quizás es muy pronto preguntar semejante cosa. Sin embargo, no se demoró en el intento de solucionarle el problema a las empresas en cuestión. Las nuevas tarifas asustan porque los salarios no tuvieron el mismo tratamiento y aquí está la gravedad de la cosa. Con gas, agua y electricidad más cara ningún empresario o comerciante se resignará a mantener sus precios , más aun aquellos que tienen esos servicios como parte de los insumos para producir o desarrollar sus tareas. Pero es curioso, el ministro Aranguren hizo los anuncios y luego se produjeron variaciones en los porcentajes. ¨Estamos aprendiendo sobre la marcha ¨reconoció durante su reciente interpelación en el senado. En realidad al reconocer su falta de prudencia en las subas debió renunciar a ese cargo, más cuando logro así poner a gran parte de la población en contra de este gobierno que lleva apenas siete meses en el poder. Pero sigue allí, tratando de alivianar la carga con distintos cálculos y beneficios, pero dejando de lado el investigar que paso con los aportes el Estado, si es que los hubo como se pregonaba en las facturas.
Con esta panorama, una vez más la fiesta de unos pocos la pagara el pueblo que siempre es un convidado de piedra. Que las tarifas estaban baratas, puede ser, entonces también los salarios están baratos y hay que atender esos reclamos. Por eso, si se fuese más sensato en administrar los bolsillos de los asalariados como los propios, -que por lo abultado parecen ser enormes como el de los payasos- las subas se hubiesen escalonado semestralmente, ya que eso permitiría un reacomodamiento salarial y también tarifario, pero como es notorio, el buen juicio esta ves falto a la cita. 

sciosciagerardo@gmail.com

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