UN 25 DE MAYO DISTINTO

El 25 de mayo fue distinto para mi. El compartir un locro con la familia en el grupo scout General San Martín fue muy agradable. Sin embargo, hubo una nota que puso en evidencia como es esta sociedad. Mientras cada mesa disfrutaba del almuerzo, tras el alambrado que separa el predio de las vías del ferrocarril, un joven miraba con insistencia a los comensales. Parecía que el único que había notado esa escena era yo, por lo que me acerque y allí me enteré que llevaba más de más de 24 horas que no probaba bocado. Le conseguí un choripan y algo de beber y charlamos un rato. Contó que tenía 22 años, que hacia cinco se fue de su casa y que desde entonce lo busca su familia y la policía. Me dijo,que duerme en la calle y donde puede y que se gana la vida también como puede vendiendo algunas cosas, asegurando además, que no delinque. 

 La charla fue breve y en su trascurso repitió varias veces que extraña su familia , pero que no vuelve con ella porque en ese hogar la droga había ganado espacio. Por esa razón también algunas veces cae en ese vicio, pero busca salir de ese circulo. Cuando me dijo, que hacia tiempo que nadie la hablaba como yo lo estaba haciendo, me desarmo completamente. Lo hizo más cuando dijo sentir ganas de abrazar a su padre , y que hubiera querido tener esa misma tener esa misma charla con su papa. Entonces sus ojos se llenaron de lagrimas y para no contagiarme de sus lagrimas lo salude recomendé que siga en el camino del trabajo para progresar y volví a la mesa con mi familia. En ese corto trayecto recordé mi infancia y me vi reflejado en ese muchacho. Fue un instante.
 Si fue un enojos con mis padres por razones que no recuerdo ya que serian muy banales. Pero busque fugarme de casa he irme tras un circo. Si fue por 1955 o 56 desaparecí por varias horas , pero llegada la noche y avanzada ella, decidí regresar. Fue un enojo de chicos y por eso pasajero. Sin embargo, la tomada por mi joven interlocutor fue adoptada de más grande y parece irreversible.
 Apenas fueron unos pocos minutos que estuve con el, pero me sirvieron para repasar mi historia y alegrar mi corazón por la pequeña ayuda que pude brindarle y que agradeció como pudo, poniendo lagrimas en sus ojos y también...en los míos .

 S.G

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