El “amor para siempre”, libre, íntimo y profundo

El “amor para siempre”, libre, íntimo y profundo 
 Miercoles 7 Oct 2015 | 08:46 am
 Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús.

Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, comentó el Evangelio en el que Jesús realza la importancia del matrimonio y se refirió al contexto en el que se da el Sínodo de la Familia. El prelado destacó que el amor verdadero es indisoluble, y advirtió que el amor no ata, sino que hace más libre a la persona.El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, comentó el Evangelio en el que Jesús realza la importancia del matrimonio y se refirió al contexto en el que se da el Sínodo de la Familia.
 En su reflexión, monseñor Frassia destacó cómo la sociedad se fue resquebrajando y cuál es la naturaleza del matrimonio. “¡El matrimonio es una relación profunda, que une al hombre y a la mujer, siendo superior a cualquier otra unión!”, expresó.
 Mencionó dos aspectos importantes del matrimonio: “La indisolubilidad del vínculo es porque uno ama profundamente, consolida la unión. Y segundo, el amor no ata, el amor hace más libre. Libre para que el otro sea sujeto, para que sea persona, para que pueda crecer. Mantenerse libre para el otro. El que ama respeta más, tiene la capacidad de transformarse, de renovarse. Y esto es muy importante”.
 El prelado advirtió que la sociedad de hoy “resquebrajó” la naturaleza del amor, reduciéndolo simplemente al sexo, a lo sensorial, a lo sensitivo. “Eso es sólo una expresión, porque el amor es mucho más profundo, más íntimo”, dijo.
 “El amor es la comunión de vida entre uno y otro. En la actualidad esta sociedad tiene impaciencia, tiene miedo al ‘para siempre’, y miedo a lo definitivo. La indisolubilidad y el ‘para siempre’ de alguna manera son dos connotaciones al amor eterno de Dios y hoy la gente le tiene miedo a esto”, observó.
 “Pidamos a la Virgen que nos ayude a renovar y recuperar el valor de nuestras familias, el valor del amor en familia, del respeto en familia, la fidelidad en familia, la transparencia. ¡Tantas cosas hermosas que la sociedad del consumo nos ha ido arriando y debilitando en valores y conceptos!”, concluyó el obispo.+

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