TRES HOMBRES PARA RECORDAR

TRES HOMBRES PARA RECORDAR 
 Sin dudas, hubo hombres que dejaron huellas muy profundas en su breve paso por este mundo, donde día a día crece más el individualismo. Entre estos hay tres médicos argentinos que dieron todo de sí, sin pedir nada a cambio, por lo que sus nombres merecerían estar en el frente de alguna obra pública de importancia, para recordarlos de modo permanente. Si bien ya se han bautizado en su momento aulas o salones de actos en su memoria, no estaría mal que los próximos edificios u hospitales que se construyan a futuro, sea cual fuese el gobierno que realice esas construcciones lleven ale nombre de algunos de ellos. 

 Uno de esos médicos fue don Estaban Laureano Maradona que dejó las comodidades de Buenos Aires para afincarse en el interior y atender a los necesitados, otro llegó a presidente aunque luego fue derrocado y siguió viviendo modestamente, como fue el caso del doctor Humberto Illia que dio cuenta hasta del último centavo de los gastos reservados, mientras que el tercero, prefirió el suicido, al ver que el esfuerzo por mantener la fundación creada superaba sus limites y nadie lo escucho cuando toco algunas puertas del poder pidiendo ayuda.
 El doctor Estaban Laureano Maradona nació el 4 de junio de 1895 en la ciudad se santa Fe y ejerció su profesión lejos de las grandes ciudades. En efecto, la mayor parte de su vida la paso en la localidad formoseña de Estanislao del campo atendiendo a los nativos de ese pueblo a quienes, además de curar, también educo. Fue un hombre sencillo, amante de la flora y la fauna y siempre vivió para los demás. A los 90 años regresó a su pueblo natal donde pasó sus últimos años de vida. En su honor el cuatro de julio se celebra el ¨ Día del Médico Rural ¨.
 La historia del doctor Humberto Illia es un poco distinta y va más allá de su militancia radical. Luego de ser el medico que atendía a los obreros ferroviarios en la localidad cordobesa Cruz del Eje allá por 1927 pasó a ser el presidente de todos los argentinos en 1963. Este medico que había nacido en Pergamino en 1900 se reuso utilizar el dinero dado para sus gastos personales, cuando ejerciendo la presidencia de la Nación su mujer enfermo gravemente porque creía que usar esos dinero, era robarle al país. Para solventar los gastos que demandó la enfermedad de su cónyuge decidió vender su automóvil particular. Illia es derrocado por un movimiento militar encabezado por el teniente general Juan Carlos Ongania el 28 de junio de 1966.Destituido del cargo de presidente retorno a su vivienda particular en taxi.
 Otro de los mencionados es el doctor Rene Favaloro, hijo de un carpintero y una modista nacido el 12 de julio de 1923 en un barrio de inmigrantes llamado ¨ El Mondongo ¨, ubicado en el límite de la ciudad de La Plata. Tan humilde como el barrio en que nació, era la escuela numero 45 donde curso sus primeros estudios. Luego de graduarse 1949 resolvió ejercer como médico rural en Jacinto Aráoz La Pampa donde estuvo atendiendo durante doce años.
 Luego de esa experiencia ingresó en la ¨Clevelan Clinic ¨ de Estados Unidos, donde desarrolló la ¨ cirugía de revascularización ¨ técnica que luego implemento en nuestro país. En 1972 regresa con la idea de levantar un Centro que combinara la atención médica con la investigación y educación, dando lugar al nacimiento de lo que se conoce como ¨ Fundación Favarolo ¨. En ella puso todo su esfuerzo aunque las dificultades financieras lo llevaron a la desesperación. El final de su vida se precipitó por la imposibilidad de cobrarle a entidades médicas tanto privadas como públicas las mantenían abultadas deudas con la Fundación. Nadie escucho sus reclamos y fue entonces que, un hombre dedicado a recuperar el buen funcionamiento del corazón se otros hombres, se quito la vida descerrajándose un tiro en el suyo, el sábado 29 de julio del 2000.
 Este hombre que supo de la pobreza y el sacrificio dijo en un momento de su vida que ¨ Desde mi niñez aprendí que nada se consigue sin trabajo y esfuerzo, que ser honesto es importante; que el ser solidario es una obligación; que los perjuicios religiosos no deben existir; que vivir en libertad es imprescindible; que la tolerancia es superior al autoritarismo ¨ así pensó y vivió ese medico. 

sciosciagerardo@gmail.com

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