Mons. Frassia llama a vivir sirviendo, como el Señor

Mons. Frassia llama a vivir sirviendo, como el Señor 
Martes 21 Jul 2015 | 08:43 am
 Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús.

Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio dominical, en el que se relata cómo Jesús, compadeciéndose de la multitud, dejó su tiempo de descanso junto a los apóstoles y predicó largo rato. Para el prelado, Dios quiere que cada uno de los hombres tenga esa imagen y que la pueda repetir en su vida. El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio dominical, en el que se relata cómo Jesús, compadeciéndose de la multitud, dejó su tiempo de descanso junto a los apóstoles y predicó largo rato.
 Monseñor Frassia comentó que, ante el legítimo descanso que viene luego de una jornada fatigosa y agotadora, el Señor aparece siempre disponible. “Esa es la imagen de un Dios que no se cansa; no se cansa de lo que uno le pide, no se cansa de la fragilidad, de los límites, de nuestros miedos, de nuestros pecados, sino que está siempre presente, acompañándonos, animándonos y levantándonos”, dijo el prelado.
 Para monseñor Frassia, Dios quiere que cada uno de los hombres tenga esa imagen y que la pueda repetir en su vida. “Ustedes dirán ¿cómo tenemos que repetir esa imagen del Buen Pastor? Cada uno en su lugar: el obispo, el sacerdote, el diácono, los seminaristas, las religiosas, los religiosos, los fieles laicos”.
 “Siempre, para poder seguir brindándose, hay que hacer una renuncia”, consideró el obispo. “Pero si uno –añadió- está unido a Dios, debe permitir ser ‘comido’ por la gente. Es la imagen de un papá o de una mamá, que están cansados y quisieran descansar. Pero los reclamos de los hijos superan la fatiga y el cansancio”.
 “Quien no es capaz de renunciar, no puede amar más ni servir mejor. Por eso, en nuestra vida tenemos que desarrollar y cultivar una actitud diaconal, de un verdadero servicio, superando nuestros instintos y egoísmos naturales. Quien es capaz de renunciar podrá servir y amar más”, aseguró el obispo.
 “Que el Señor nos ayude a tomar fuerza y ejemplo de Él; y que cada uno mejore la calidad de trato, la calidad de vida, en la sociedad y en la Iglesia, a ejemplo de Jesucristo el Buen Pastor”, concluyó.+

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