ATENCION ZONA PELIGROSA

ATENCION ZONA PELIGROSA 
 Soy un de esas personas que, cuando circulo por lugares desconocidos, suelo perderme con facilidad. Simplemente me desoriento, por lo que un viaje de corta duración pude llevar más tiempo de lo previsto. Tomar una calle, girar a la derecha luego a la izquierda se me complica para luego volver al punto de partida. 

Entonces, reconociendo mi escasa capacidad de orientación, resolví reemplazarla por la tecnología: me compré un GPS y ahora ya no me pierdo.
 Técnicamente es un sistema de guía satelital pensado hace tiempo para uso militar, aunque a partir del la década del 80 se fue popularizando. Recibe durante las 24 horas señales de dos docenas de satélites que giran alrededor de la tierras, de los cuales cuatro son los que finalmente se cruzan para fijar las coordenadas y esos datos reflejarlos luego en la pantalla del GPS sin errores.
 Así es, un pequeño aparato me sirve ahora de acompañante cada vez que resuelvo un viaje. Con su voz entre humana y de algún ser extraterrestre me va guiando con cierta exactitud. Me avisa de los lomos de burro, de los lugares permitidos para girar a la izquierda, rutas alternativas y otras tantas cosas más que me permiten llegar sin mayores inconvenientes a los puntos elegidos. Ahora bien, eso es lo que esperaba encontrar cuando me propuse comprarlo, sin pensar que también pone en alerta al conductor de otras cuestiones no tan relacionadas las calles que hay que tomar para llegar a destino.
 Si bien no soy un descolgado, vivo en este país y se lo que sucede. Es más, me informo constantemente de todo lo que ocurre. Es que mi falta de sentido de orientación no me impide vivir la realidad que a tantos nos preocupa, como lo es la inseguridad, Se de la existencia de lugares por donde es peligroso circular. Sin embargo, cuando esa voz extraña me indicó que ¨ usted esta circulando por una zona peligrosa ¨ sentí una sensación muy extraña. Fue en la autopista Buenos Aires La Plata en el tramo cercano al Dock Sud y donde se registraron varios hechos delictivos. Por allí no era la primera vez que pasaba, lo había hecho en varias oportunidades sin preocuparme, pero cuando el GPS me lo dijo me sentía como arrepentido de andar por allí.
 Ese no fue el único lugar. En Lanús se repitió la misma situación. Una de esas advertencias la recibí en dos oportunidades mientras circulaba por la avenida Rosales y en cercanías de la cancha de Talleres, zona que hace algunos años transitaba con total tranquilidad al igual tantos puntos del lado Este y Oeste de Lanús. Otro alerta se dio cuando transitaba cerca del cementerio de Lanús. No fueron las únicas. Andar por Caraza, por Villa Diamante o el barrio ACUBA no me fue grato, porque allí el aviso se repetía una y otra vez, aunque el colmo de ese mal, fue el no encontrar a mi paso fuerza de seguridad alguna, a la que pudiera recurrir en caso de emergencia. Entonces la pregunta es ¿que nos paso en los últimos años? para que zonas habitadas por trabajadores y gente humilde, pero honesta se hallan convertido en lugares peligrosos para el transito

 sciosciagerardo@gmail.com

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