El paro en la zona sur tuvo un pleno acatamiento en muchas fábricas y lugares de trabajo, y entre los gremios que no convocaron también hubo una fuerte adhesión. Las calles amanecieron sin colectivos, y los trenes no anduvieron en toda la jornada. Pero el paro también alcanzó a fábricas de la alimentación y metalúrgicas. Los dos piquetes, uno en el Puente Pueyrredón y otro en Puente La Noria, realizados por el movimiento obrero combativo le dieron un caráter activo a la jornada contra las pretenciones de la burocracia de hacer un paro dominguero, y allí se levantaron las reivindicaciones más sentidas de los trabajadores y un programa; prohibición de despidos y suspensiones, pase a planta permenante de todos los tercerizados y precarizados, paritarias libres, y abolición del impuesto al salario.
El paro fue total en la gráfica Morvillo, que se encuentra en convocatoria de acreedores, y los trabajadores plantearon la necesidad de preparar a los trabajadores gráficos para enfrentar posibles despidos y cierres de fábricas en un marco de caída de la actividad gráfica. Los papeleros de Kimberly Clark y Smurfit, luego de garantizar un paro total en sus plantas se movilizaron para dar su presente en el puente Pueyrredón; lo mismo hicieron los plásticos de Mascardi, luego que un plenario de delegados votara el paro en todo el gremio. También estuvieron presentes en el puente Pueyrredón trabajadores despedidos de Calsa y Honda que han llevado adelante importantes luchas en el 2014 y aún pelean su reinstalación, ferroviarios, colectiveros de la 60, docentes y estatales, donde el paro fue enorme, entre otros. El Sitraic fue un gran impulsor del paro en las construcciones de la zona, y estuvo presente en el piquete del Puente La Noria, junto a las CTA de Lomas y Brown.
El Gobierno salió a descalificar la enorme acción de lucha de los trabajadores del país, con el argumento de que el paro lo realizaba una minoría de los trabajadores que paga ganancias. El importante paro en la metalúrgica Motorarg contra la orientación carnera de la burocracia de la seccional de UOM, y en la alimentación Calsa, tira abajo ese planteo oficialista, ya que en ambas fábricas como en muchas otras, donde no afecta el impuesto a las ganancias, hubo una fuerte adhesión. En La Serenísima y en Firestone también hubo una adhesión importante a pesar que sus gremios no adherían por su vinculación al gobierno, y que incluso se pronunciaban abiertamente por el boicot al paro como en el caso de Waseijko, del neumático.
El Frente de Izquierda y el Partido Obrero fueron los principales voceros políticos de la jornada; Néstor Pitrola, diputado nacional del Frente de Izquierda, presente en el puente Pueyrredón, señaló ante decenas de medios que la jornada ha sido un fuerte pronunciamiento de las clase obrera contra el gobierno y por todos sus reclamos, y que la burocracia opositora, que llegó a un paro que no quería, no deja de trenzar acuerdos con las diferentes opciones patronales, los Scioli, Massa y Macri. Pitrola remarcó que el paro en algunas seccionales de UOM y el paro en el Subte significa una fractura en la burocracia oficialista, y que esta fuerte acción del movimiento obrero, que lo coloca en el centro de la escena política en el marco de un profunda crisis, deja planteada la necesidad de ir por la continuidad de las acciones, por un plan de lucha y un próximo paro de 36hs que debe ser discutido en asambleas y plenarios obreros.
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