Jueves 6 Nov 2014 | 07:58 am
Mons. Frassia, en la entrega de premios.
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): La comisión diocesana de la Liga de Madres de Familia de Avellaneda-Lanús entregó los tradicionales premios “Sagrada Familia y al “Mejor Compañero”. La bendición de las estatuillas, medallas y diplomas estuvo a cargo del obispo diocesano, monseñor Rubén Oscar Frassia, quien exhortó a cuidar la familia en tiempos de cambio cultural.
La comisión diocesana de la Liga de Madres de Familia de Avellaneda-Lanús entregó los tradicionales premios “Sagrada Familia y al “Mejor Compañero” durante un encuentro celebrado el 25 de octubre en el Auditorio Fauré. La bendición de las estatuillas, medallas y diplomas estuvo a cargo del obispo diocesano, monseñor Rubén Oscar Frassia.
La distinción “Sagrada Familia” premia a quienes contribuyeron a promover la dignidad y la defensa de la vida humana, los valores del matrimonio y la familia, la educación y la cultura, la defensa de los principios morales que ayudan a la convivencia y desarrollo espiritual de la comunidad.
El premio “Al mejor Compañero” se entrega a alumnos de escuelas públicas y privadas elegidos por sus pares en mérito a sus cualidades personales, valores espirituales y éticos que enmarca el compañerismo.
En el encuentro, monseñor Frassia expresó ante un auditorio colmado la necesidad de proteger a las familias en un tiempo de cambio cultural.
“La cultura ha cambiado y estamos en un cambio de época, no época de cambios es algo mucho más grande donde el ser humano y la familia tiene que volver a recuperar los valores más importantes que sostienen las relaciones, el respeto y los valores en la misma familia, si la familia no cuida lo suyo lo pierde y eso es así y es importante que nosotros nos demos cuenta de esta hora, de este tiempo difícil pero también a la vez hermoso, pero también hay que tener los elementos para poder llevarlos a cabo”, sostuvo el obispo.
“Hay que cuidar a la familia, hay que cuidar el respeto entre los cónyuges, es importante el respeto con los hijos, escucharlos, es importante poder saber que es los que les pasa, que es lo que piensan, que es lo que sienten, cuáles son sus temores, cuáles son sus expectativas, cuáles son sus ilusiones, no dejarlos que los absorba este mundo inmediato, consumista y porque no decirlo también superficial”, insistió el prelado.
“Acordémonos que las sociedades cambian, pero el hombre es el hombre y la persona es la persona y eso si que no cambia, los valores no cambian, se podrán aplicar, se podrán interrelacionar, pero hay cosas que no cambian jamás, el amor, el respeto, el cuidado, la justicia, la bondad, la fidelidad, el servicio, esas cosas no cambian, cambiará el ropaje pero la realidad siempre estará presente”, dijo.
“En la vida hay muy pocas cosas importantes pero la familia es lo más importante y hay que cuidarla, alimentarla y sobre todo hay que dar ejemplo, el ejemplo no solo con las palabras, sino con el ejemplo de la propia vida”, concluyó el obispo.
La presidenta de la Liga de Madres de Familia, Elida Aguilar de Zarazaga, entregó el premio “Sagrada Familia” a la familia Russo, de la parroquia Nuestra Señora del Valle; a Celia Álvarez de Gorjón, de la comunidad de la catedral; a Amalia Passano, de Nuestra Señora de Loreto; a Lidia del Carmen Aubone y familia, pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora del Carmen; a Juana Precto de Godoy, de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, y a las familias Otero y Bolodo, de Santa Rosa de Lima y Santa Catalina de Siena, respectivamente.+
.JPG)
Comentarios