La inseguridad suma y sigue. Como en una gran ruleta, la bolilla de la inseguridad puede detenerse en cualquiera de nosotros, no para ganarle al banquero, sino para arruinar nuestra vida y de la familia. Para frenar esta ola que parece agigantarse con el correr de los días, se ensayan distintos métodos, aunque ninguno logró aun su cometido.
Más policías, patrulleros, rejas y más rejas en cada vivienda, no pueden frenar el avance de los cacos que actúan a toda hora. También, la tecnología se puso al servicio de la comunidad. Se trata de cámara se televisión, que tímidamente aparecieron en comercios particulares para vigilar la afluencia del público primero, aunque luego, fueron adoptadas por las comunas extendiéndolas por las calles en la búsqueda de prevenir hechos delictivos.
Sin embargo, parece que esas cámaras únicamente sirven para el show televisivo, como lo vimos hace pocos días. En un caso nos mostraron al motochorro de la Boca y en otro, a un motociclista delincuente quien con total ensañamiento le robó la moto a una joven pareja de Lujan y, aunque fueron filmados con arma en mano, solamente el segundo fue detenido. Es más, hay programas de televisión basados en el funcionamiento de esas cámaras y ellos nos muestran accidentes de distintos tipos, pero muy pocas actuaciones policiales para detener el ilícito que se está cometiendo. De todos modos, parece que todo eso no alcanza para calmar la marejada de inseguridad.
Todo parece una simulación de lucha contra la delincuencia, habida cuenta de los resultados obtenidos hasta el momento. Alguna vez se propuso e instrumentó la patente alfa numérica en un intento de frenar el robo automotor o al menos ese fue el argumento del cambio, pero todo siguió igual. En realidad, el tema no se resuelve con magia, pero si con mayor prevención. En efecto, al igual que se recomienda la vacuna para no contraer enfermedades, por lo que la inseguridad se cura con la vacuna llamada ¨ prevención ¨, es decir anticiparse al hecho delictivo.
Al igual que en lo relativo a la salud, la prevención es fundamental para que haya menos enfermos y por eso se vacuna a la población, y también nos sometemos a controles médicos periódicos. Por esa razón también debemos vacunarnos contra la inseguridad para minimizar los hechos delictivos. Entonces para reducir los riesgos, primero la prevención y eso se logra con controles sorpresivos en la vía pública para, en un principio, limitar la circulación de personas armadas. Este es una acción primordial, pero hay otras tantas que seguramente quienes saben del tema podrán llevar adelante. La otra llave para cerrar el paso de los delincuentes es la presencia policial en las calles. Sin embargo, es la justicia luego quien aplicara la pena de acuerdo a la gravedad del delito cometido. Es más, la perpetua ha de ser perpetua para quien se hiciere merecedor de esa pena, aunque perdonar al primerizo no estría mal, pero si reincide deberá caerle la ley con todo su peso. No hay magia para termina con el azote de la inseguridad que suma muertos y sigue avanzando impunemente, solamente se debe emplear el sentido común y dejar de ensayar recetas porque, como se solía decirse en mi casa hace algunos años ¨ mientras el medico estudia el paciente se muere ¨ en obvia alusión a problemas que no se resolvían con la premura del caso.
Sciosciagerardo@gmail.com
.JPG)
Comentarios