IMPUNIDAD Y FAMA

IMPUNIDAD Y FAMA 
 Y lo vimos por TV. Primero cuando arma en mano asaltaba al turista canadiense, luego, en un programa que se caracteriza por tener a varios abogados como panelistas, conocimos a su esposa. Sin embargo del show no estaba completo, faltaba el actor principal, si el motochorro, cuya imagen se conoció no solo aquí, sino también en todo el mundo. No se hizo esperar, por lo que también apareció en la pantalla de TV y en el mismo programa donde estuvo su pareja 

 Con cara de hombre vulgar, pero con alma de asesino, intento justificar frente a cámara y toda la audiencia su accionar delictivo. Tenía que comprarle un juguete a su hijo y no tenía el dinero dijo. El argumento, por cierto hace temblar a las almas sensibles, sin embargo ¿cuanto hay de cierto? en ese dicho. Quizás muy poco, proviniendo de un individuo que solamente buscaba salir bien parado de la situación en que se encontraba, colocado allí por una lente de video que lo escrachó. Por otra parte, cuantos argentinos se han encontrado con esa misma situación, pero jamás pensaron en salir a robar, es más, sin dinero para agasajar a su hijo, duplicaron las caricias y los mimos, aunque esas muestras de cariño a su vástago nunca le faltaron. Un modo de ser distinto a ese personaje que hace diez años que no ve a otro hijo que tuvo con su primera mujer.
 Pero claro, es mas fácil resolver con dinero las cuestiones afectivas, que a veces no se es capaz de expresar. Si este individuo no hubiese sido filmado por el turista nunca lo hubiéramos conocido, como tampoco sabríamos su historia y como actúa la justicia en estos casos. Frente a las cámaras admitió que se había equivocado. ¿Equivocado de víctima? claro. Si la persona que intento asaltar no tenia a mano la pequeña cámara filmadora, seguramente continuaría con sus andazas, porque no hubiéramos conocido su cara y su modo de accionar. Simplemente por eso dijo que se equivoco.
 De todo lo que le pasa responsabilizó al otro. No fue mi puño, fue tu cara la que golpeo mi puño, eso solamente le falto decir para justificarse y critico a su victima diciendo que quiso hacerse famoso al difundir el video. Aseguró también que había salido a robar y no matar, sin embargo todos vimos el arma con la que intento amedrentar a su victima, por lo que de exhibirla y dispararla era solamente una cuestión de instantes. Para apretar el gatillo, solamente le hubiese bastado un asomo de resistencia por parte del asaltado, para que todo terminara en tragedia, porque la pistola que vimos por TV no era de juguete, era de las que matan en serio ya que así lo admitió el motochorro, quien agrego que después de ese hecho la tiró al río. ¿La tiro? Nunca lo sabemos.
 En realidad nunca sabremos si todo lo que dijo es verdad, porque algunos días después del ataque al turista canadiense fue detenido en la Boca por la policía metropolitana, en momentos que intentaba abrir la puerta de un auto y con medio kilo de marihuana encima. En esa oportunidad Gastón Aguirre fue reconocido por los agentes gracias a una foto aportada por el turista, pero la jueza interviniente lo liberó. En cambio Aguirre, en otro programa de televisión que se caracteriza por presentar delincuentes e incluso llegó a entrevistar a un defensor del consumo libre de marihuana como lo es el español Antonio Escohotado, negó que la droga incautada le perteneciera.
 Que en varios programas apareciera semejante personaje, no es nada nuevo. Esa caja que forma parte de nuestras vidas, y que incluso distrae nuestra atención durante los almuerzos o cenas, nos ha mostrado a pistoleros, narcos y a otros tantos marginales simplemente para ganar un poco más de audiencia. Sin embargo, nunca se habíamos visto como un ladrón amenazaba a su victima. Pero ¿que pasa con la TV? ¿no hay hombres y mujeres con valores suficientes para mostrar? o es que solamente lo negativo para la sociedad asegura una mayor audiencia. Parece que lo último es lo más acertado para quines la manejan y si no lo hemos visto al ya famoso ladrón, es porque no hubo más programas dispuestos a pagar la cifra que pedía para presentarse frente a las cámaras, aunque niegue que le pagan por presentarse.
 Al parecer, muchos de los productores de TV al igual que el hecho bíblico prefieren a Barrabas que a Jesús, por lo que la historia protagonizada por el ladrón de la Boca deja en claro la impunidad que existe y que permite delinquir libremente que no pasa nada y hasta te haces famoso saliendo por televisión.

 sciosciagerardo@gmail.com

Comentarios

Seguidores