Pretensión: un discurso crudo; una lengua inmediata, la cual, honestamente, muestra su proceso de construcción conceptual invitando a participar en tal instancia de elaboración… [pensamiento sobre el carácter textual del espacio presente]…
Frente a aquellos que se aventuran a denunciar que semejante pretensión sólo puede posibilitarse desde mecánicas configuraciones que estructuren diamantes penetrando mucosa, consideramos que tal ambición es una intensidad que se-pro-pone metafísicamente. Por eso no puede ser circunvalada en un acto hedone-onanista. Se extiende por sí y fuera de sí -incluye a lo que la excluye.
Es por ello que se involucra en la explosión de corrientes y circuitos en los cuales la existencia lucha por expresarse, silueteando su presentificación permanente. Movilizándose en los diferentes canales que permiten identificar ese acto; se exterioriza, se afirma, se niega, se contradice, se (se-continúa) vuelve a exhibir - mostrando-se en toda movediza aparición. Trasciende su momento espacial proyectándose en instancias de infinitos elementos en-tramados.
Así es como llega a poder, entre otras consideraciones, socio-conversar sobre el actual “repartimiento de efectos” y sus respectivos caracteres anatematizadores de confort y deseos programados en consumista opresión. Puede electoralmente preguntarse: ¿hasta cuándo optando entre damiselas garantes del reproductor patrocinio que consagra el aparente movimiento de las vinculaciones sociales, manteniendo la misma lógica de las relaciones imperantes? Indaga políticamente sobre las diacropintas figuras representativas que acuden desde el grito de la necesaria consagración de un ombudsman director. Es capaz de advertir semejante tufillo dárdano… Interviniente en ésta clase de discurso, el pensamiento idealiza historiando lo que ocurre, nuevamente, pro-poniendo-se. Por eso Marx se remitía claramente al impacto de semejante fuerza del pensamiento considerando la energía textual en su significación practicante: “Cuando se habla de ideas que revolucionan toda una sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno de la vieja sociedad se han formado los elementos de una nueva, y la disolución de las viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas condiciones de vida” (Manifiesto del Partido Comunista).
Finalmente podríamos concluir en que el continuo instante de poner-se también obliga (con la mayor de las libertades -en tanto que necesariamente nos hace involucrar en determinado movimiento para proseguir con la expresión manifestante) a reparar, cual ondámetro, en mediciones de corrientes expresivas que permitan estimularnos en exposiciones más complejas y plenas. Mientras tanto, ante la limitación y el intento de cancelación, seguimos pensando, comportándonos de la misma manera antiabsolutista que Posidonio frente al dolor: “¡No te esfuerces tanto, dolor! Eres gravoso, es cierto, pero jamás admitiré que seas un mal”.
Lucas R. López
lucasrl@hotmail.com.ar
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