Mons. Frassia: “Todos hemos recibido un don y tenemos que responder"

Mons. Frassia: “Todos hemos recibido un don y tenemos que responder"
 Jueves 3 Oct 2013 | 11:11 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, reflexionó sobre el evangelio dominical, en el que Jesús cuenta la historia del pobre Lázaro y el rico Epulón, y señaló que todo cristiano está lllamado a responder al Señor con su vida. Invitó a los oyentes a tener la capacidad de reconocerse llamados por el Señor y responder ¨en su propio lugar y con sus propias características y condición humana¨.

 El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, reflexionó sobre el evangelio dominical, en el que Jesús cuenta la historia del pobre Lázaro y el rico Epulón, y señaló que todo cristiano está lllamado a responder al Señor con su vida.
 "El pobre tiene que hacer caridad y el rico tiene que hacer caridad, y mucho más responsablemente si nada en la abundancia. Hay distintas respuestas pero todos tenemos que responder. Cada uno sabe de qué manera y como puede vivir y como debe responder", sentenció el obispo.
 "Hay que tener cuidado con la actitud de riqueza -advirtió-, no sólo son los bienes materiales, sino también por la autosuficiencia, la insensibilidad, el alejamiento, la indiferencia para con los demás".
 Monseñor Frassia puso de relieve que cada hombre "ha recibido un don" para ponerlo en orden al bien común. "Tanto el pobre como el rico tienen que entregar los dones y ponerlos al servicio. Recuerden que recibieron gratuitamente y gratuitamente deben dar el don a los demás”, apuntó.
 "Sabemos que tenemos que cambiar nuestra vida, pero para cambiar nuestra vida tenemos que cambiar nuestra manera de vivir. Esto no es tan fácil; esto implica luz, claridad, decisión y voluntad. ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestra manera de vivir?", lanzó.
 El obispo invitó a los oyentes a tener la capacidad de reconocerse llamados por el Señor y responder "en su propio lugar y con sus propias características y condición humana".
 "Todos hemos recibido un don y todos tenemos que responder. Esta respuesta es personal e intransferible", concluyó.+

 Texto completo de la alocución 
Todos hemos recibido un don y todos tenemos que responder 
Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (XXVI domingo durante el año, 29 de septiembre de 2013) 

"Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'. 'Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí'. El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'. Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'. 'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán'. Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán'". (San Lucas 16,19-31) 

 Este Evangelio nos habla a todos, a pobres y ricos; porque todos estamos llamados a responder al Señor y cada uno con su vida. El pobre tiene que hacer caridad y el rico tiene que hacer caridad, y mucho más responsablemente si nada en la abundancia. Hay distintas respuestas pero todos tenemos que responder. Cada uno sabe de qué manera y como puede vivir y como debe responder. 
 Hay que tener cuidado con la actitud de riqueza, que no sólo son los bienes materiales, sino que también pueden ser la autosuficiencia, la insensibilidad, el alejamiento, la indiferencia para con los demás. Es cierto que, a veces, los sencillos, los pobres, los humildes, son más sensibles al sufrimiento y son más cercanos a la solidaridad en las cosas que ellos pueden procurar y entregar. 
 Por eso es importante que nos demos cuenta, que cada uno de nosotros ha recibido un don pero que siempre tiene que ponerlo en orden al bien común. Y tanto el pobre como el rico tienen que entregar los dones y ponerlos al servicio. Recordando que “has recibido gratuitamente y gratuitamente debes dar el don a los demás”. 
 En otras ocasiones dije que todos tenemos claridad y sabemos que tenemos que cambiar nuestra vida, pero para cambiar nuestra vida tenemos que cambiar nuestra manera de vivir. Esto no es tan fácil; esto implica luz, claridad, decisión y voluntad. ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestra manera de vivir? 
 Que tengamos esta capacidad, pero también sepamos que el Señor nos llama a cada uno y cada uno tendrá que responder en su propio lugar, en su propia historia, con sus propias características y condición humana. Todos hemos recibido un don y todos tenemos que responder. Esta respuesta es personal e intransferible.
 Pidamos al Señor que nos dé luz, para que la única riqueza sea la del espíritu y no las o tras riquezas que, muchas veces, nos pueden alejar de los bienes del Reino. 
 Les dijo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 
Amén 

 Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús

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