Francisco llama a vivir un cristianismo de modo definido, sostuvo Mons. Frassia

Francisco llama a vivir un cristianismo de modo definido, sostuvo Mons. Frassia
 Jueves 22 Ago 2013 | 11:26 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, se refirió en sus reflexiones semanales en torno al evangelio dominical sobre la presencia de Jesús en la vida de cada uno de los hombres. A la luz del Evangelio y recordando el mandato que el papa Francisco dejó a los jóvenes en la JMJ de Río de Janeiro, sostuvo que hacer lío significa vivir de un modo definido la fe, que logre modificar las estructuras y las vidas de quienes aún no conocen a Jesús. 

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, se refirió en sus reflexiones semanales en torno al evangelio dominical sobre la presencia de Jesús en la vida de cada uno de los hombres.
 El prelado, que comparte todos los fines de semana una reflexión evangélica por radios de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, insistió que la presencia de Jesús no puede pasar desapercibida, porque Él "significa, define y marca", y cuando llega a la vida de cada uno, la revoluciona con nuevos criterios, nuevos comportamientos y nuevas actitudes.
 "Él es el indicado, el que define, que ha venido a la tierra para asumir nuestra naturaleza, para dar la vida por nosotros, para salvarnos y para que nosotros, venciendo al pecado, podamos vivir como resucitados. Él definió el sentido de la historia. Él es el indicado, el enviado, el Mesías, el ungido, el redentor, el salvador", recordó.
 En esta línea de disquisición, monseñor Frassia se animó a interpretar que las palabras que dedicó el papa Francisco a los jóvenes argentinos durante la Jornada Mundial de la Juventud -"¡Hagan lío!"- llaman a cambiar el modo de vivir. "¡Hacer lío significa que vivan de un modo definido, que no sean opacos, que no se duerman ni se anestesien, y que no vivan del consumo!", explicó.
 "Francisco -agregó- pide a los jóvenes que tengan fuerza, coraje y entusiasmo para vivir con alegría una vida humana plena, una vida cristiana luminosa. Allí está el significado del lío: modificar, cambiar".
 Por último, monseñor Frassia llamó a comprometerse con una vida más sentida en la fe, y dejar de lado la "neutralidad". Sostuvo que no se puede acordar entre lo bueno y lo malo, entre la verdad y la mentira.
 "Queridos hermanos, no se puede ser neutro y no se puede vivir apostando a un 'ni', es decir ni no, ni sí. A veces es preferible decir 'no' y equivocarse o decir 'sí' y equivocarse, y no que por miedo a equivocarnos no tengamos ningún tipo de definición", concluyó.+

 Texto completo de la reflexión 
No se puede ser neutro 
Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (XX domingo durante el año, 18 de agosto de 2013) 

" Jesús dijo a sus discípulos: “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra" (San Lucas 12, 49-53) 

 Este Evangelio no nos está hablando de problemas afectivos o de relaciones familiares, de competencias, de celos, de juicios o prejuicios precipitados entre las familias, no. Está hablando de algo más importante, más profundo: la presencia de Él mismo, Jesucristo. 
 Él es el indicado, el que define, que ha venido a la tierra para asumir nuestra naturaleza, para dar la vida por nosotros, para salvarnos y para que nosotros, venciendo al pecado, podamos vivir como resucitados. Él definió el sentido de la historia. Él es el indicado, el enviado, el Mesías, el ungido, el redentor, el salvador. 
 Es importante que su presencia no pase desapercibida, porque significa, define y marca. Cuando Dios toca nos cambia y su presencia cambia nuestra vida, nuestros criterios, nuestro modo de comportarnos, nuestras actitudes; cambia nuestro obrar frente y con los demás. También cambia nuestra visión social. Muchas cosas modifica la presencia de Dios porque define y nos define. 
 Así, en ese plano, podemos entender un poco más aquellas palabras del Papa Francisco a los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud (Rio 2013) “¡hagan lio!” que significa “¡vivan de un modo definido!”, “¡no sean opacos!”, “¡no se duerman!”, “¡no se anestesien!”, “¡no vivan del consumo!” Francisco pide a los jóvenes que tengan fuerza, coraje y entusiasmo para vivir con alegría una vida humana plena, una vida cristiana luminosa. Allí está el significado del “¡hagan lio!”: modificar, cambiar. 
 Las cosas no son neutras y no se pueden poner de acuerdo entre lo bueno y lo malo, entre la verdad y la mentira, como si fueran lo mismo ¡porque no es lo mismo! Una cosa es la verdad y otra cosa es la mentira. Una cosa es lo bueno y otra cosa lo malo. Aquí no hay neutralidad. Uno puede convivir con un montón de irrealidades y de cosas, pero “al pan, pan y al vino, vino”, las cosas son así de claras. Esto es lo importante: Jesús viene a definir y viene a dar sentido a nuestra vida y a nuestra proyección. 
 Queridos hermanos, no se puede ser neutro y no se puede vivir apostando a un NI, es decir ni no, ni sí. A veces es preferible decir NO y equivocarse o decir SI y equivocarse y no que -por miedo a equivocarnos- no tengamos ningún tipo de definición. 
 Recibamos a Cristo. Dejémonos tocar por Él. Que también suframos y vivamos la transformación del corazón, del pensamiento, de las actitudes y de las obras en lo personal, en lo social, en lo familiar y en lo eclesial. 
 Les dijo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 
Amén 

 Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús

Comentarios

Seguidores