En este asesinato, homicidio, muerte, o como se le llame, con un cachetazo, la justicia nos enseño velozmente, lo poco que vale una vida.
Es que en solo cuatro meses, un homicidio se transforma por arte de magia en un exceso de legitima defensa y en el medio un joven con todas las ganas de vivir dejo su cuerpo como mudo testigo de que las corporaciones todavía existen.
Joven que es culpable, por querer vivir, por disfrutar de su familia, por tener esa juventud que los políticos utilizan para llenar sus bocas de vanas palabras.
Ahora hay una familia desconsolada, pensando quizás, que la justicia reclamada es solo para las personas que componen las estructuras de un reinado y no para los plebeyos.
El laberinto armado con palabras jurídicas creadas solo para gozo de los entendidos en la materia, y ajeno a los simples mortales, dispone que este caso sea lo mas intrincado posible; a mas dificultad, mejores resultados para entorpecer la resolución del mismo.
Y en tan solo cuatro meses, la justicia, tuvo el discernimiento y la claridad jurídica necesaria para darse cuenta que el culpable, es solo BUGATTO.
Y lo trágico de esta justicia es que en un tramite sumamente veloz; teniendo en cuenta muchos casos en los cuales un inocente paso varios años reclamando su libertad, falló a favor del procesado y puso en el tapete la nula confianza que todos tenemos de sus miembros.
Lo malo es que BUGATTO tuvo la osadía de colocarse en la linea de tiro, de un funcionario con licencia para matar, que ignoro todas las normas legales; solo para atacar a unos presuntos delincuentes que supuestamente iban a robar.
Al ver este tipo de fallos, un temor muy grande se cala en mis huesos, y recordando viejas épocas de impunidad, me hace doler el alma. Y mi mente atormentada se pregunta ¿ en que nos equivocamos, para tener esta justicia?
Y veo con mucha tristeza que la corporación policial-judicial, aún existe y esta en todo su esplendor.
Con dolor solo puedo balbucear; pobre de aquel, que reclama justicia.
Justicia, Justicia, cuantos cadáveres tendremos que llevar a tus estrados para que veas, la sed de justicia que hay en la sociedad.
Alfredo Silverio Rodriguez
DNI.11894278
ALSINA 1310
TEL.1567018038
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