LA BONAERENSE Y LOS SECUESTROS SRL. IV
ARGENTINA, DEMOCRACIA Y CRÍMENES IMPUNES.
En los tiempos violentos del año 2002, los delitos tenían la particularidad de gozar la impunidad dada por la ceguera de las autoridades de ese entonces.
Muchos crímenes se cometieron por impericia o negligencia de los funcionarios que supuestamente debían ser los encargados de dar la seguridad imprescindible para el acontecer de nuestra vida diaria.
Varios funcionarios estuvieron implicados en graves delitos contra la propiedad y las personas, pese a lo cual gozan de libertad y otros fueron ascendidos.
Otros se comportaron de una manera extraña, que uno piensa si lo hicieron a propósito o deliberadamente actuaban en beneficio de los malvivientes.
Esta el caso del Ezequiel Dicugno, prófugo del caso Echarri; quien apareció luego salvajemente asesinado. Sobre este imputado en el fallo que realizo la Cámara de Apelaciones de La Plata, indicaba "que el procedimiento escogido por este avezado grupo de funcionarios policiales es una conducta diferente a la que se aplica cuando se buscan delincuentes. Pareciera que han dejado escapar la inteligencia y la imaginación y que se delegó en el padre del delincuente la responsabilidad de su detención".
El cuerpo de Ezequiel Dicugno, fue hallado por indicaciones dadas en un mensaje anónimo que le hicieron llegar al Juez Humberto Blanco. La autopsia indico mas tarde "El cuerpo presentaba dos balazos en la cara, tres puñaladas en el pecho, un golpe en la cabeza y le habían introducido un palo en el ano".
Dentro del universo de secuestros y muertes acaecidos en el año 2002, se halla el caso del Ingeniero Luis Macchi, que presenta aristas de investigación muy extrañas; una de ellas fue la falta de pedido de rescate, otra que al momento del hallazgo de su cuerpo, se comprobó que estaba afeitado. Sumado a que la investigación del caso estuvo en manos del Sub comisario José Hernández, triste ejemplo de lo que lleva el mal llamado “espíritu de cuerpo” en la bonaerense; resulta un cóctel tenebroso del cual hasta la fecha no hay responsables detenidos.
Ahora, a través de la difusión de estas notas, me ha llegado a mí poder documentación que observando a simple vista, puedo suponer con cierto grado de certeza que si las autoridades pertinentes se abocan a la investigación de dichos documentos, se llegara a la punta del ovillo.
La pista económica se vislumbra con más claridad, y en esos documentos veo a una persona ya muerta, realizando actos jurídicos. O los beneficiados por la muerte del Ingeniero Macchi, se están haciendo pasar por este, para apropiarse de sus bienes.
A las autoridades que quieran investigar realmente este crimen impune, les pongo a su disposición la documentación que me fuera entregada.
Alfredo Silverio Rodríguez
DNI.11894278
ALSINA 1310
TEL.1567018038
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