VOTAR A LOS 16 AÑOS.
Por Alfredo Silverio Rodríguez
Quien puede decidir con bases ciertas y probadas, que una persona de 16 años pueda o no votar.
Escuche y leí, sobre el tema distintas opiniones, de profesionales, periodistas, políticos, llamándome la atención que muchos calificaban a estas personas de “que no estaban preparadas” para discernir sobre el voto y que podían ser “manipulados”.
Al respecto puedo decir, que nadie puede asegurar de que no estén preparados mentalmente para decir sobre su voto; si no estuvieran mentalmente aptos a los 16 años, como pueden estarlo a los 18, ¿dos años son suficientes para adquirir la madurez que se necesita para votar, y evitar ser manipulados?
Nosotros los “adultos”, cuantas veces nos arrepentimos de habernos equivocado al votar, cuantas veces fuimos manipulados y no nos dimos cuenta. Y ahora los “adultos” juzgamos la claridad mental de los adolescentes.
La actitud participativa de los jóvenes en la cosa pública, es vital para que en un futuro no muy lejano, ellos subsanen todos nuestros errores. Errores, que nos llevaron en muchas veces a tener al país al borde del precipicio y ahora no podemos ser tan cínicos como para juzgar la capacidad mental de los jóvenes.
Cuando los políticos hacen reuniones públicas, se ufanan de contar entre su grupo innumerables jóvenes y alientan su participación; llenan sus bocas con palabras brillantes para los jóvenes. Ahora, al poder votar ellos, ya no sirven porque no están “preparados mentalmente”.
Es que los jóvenes con su fuerza arrolladora para hacer y cambiar las cosas, asusta a la vieja camada política que permanece atornillada a los sillones, el joven tiene algo que valoro mucho, que es el desenfado y la falta de hipocresía. Es hora de cambiar los esquemas sociales, ya basta de tratar al menor como si fuera un retardado porque no tiene 18 años; hay muchos adultos que uno no entiende como llego a ser diputado, senador, concejal.
La sociedad actual difiere mucho de la que conocimos nosotros en nuestra juventud; los conocimientos que tienen los jóvenes hoy, a nosotros nos llego tarde y aún nos cuesta ponernos al día.
En toda idea innovadora, siempre tienes a quien le ve todo lo malo que podría tener, claro “supuestamente”. Cuando fue la ley del divorcio, los titulares de los diarios, eran de catástrofe, el país se venía abajo, se dividía la sociedad. ¿Qué paso? NADA.
El mismo caso ocurrió con la ley del matrimonio igualitario, leías un diario y te daban ganas de irte del país y ¿Qué paso? NADA.
Hoy me acordaba de frases que pasaron a la historia cotidiana por su estupidez, se acuerdan de: “un peso un dólar”, “al que deposito dólares se le devolverá dólares”, “saldremos a la estratosfera con una nave espacial y de ahí en dos horas estaremos en cualquier lugar del mundo”, al preguntarle a un político como hizo para permanecer en el tiempo y en varios gobiernos respondió “haciéndome el boludo”, “ si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”, el que dijo esta última, lo hacía desde la Casa Rosada mientras en Malvinas estaban “chicos” de 18 años, haciéndose hombres, peleando y muriendo por nuestra Patria.
Claro, yo entiendo que estas frases son de adultos “mentalmente preparados”, muchos como ellos están en condiciones de decir que un joven de 16 años puede ser “manipulado”. También entiendo que la idea no es de ellos; distinto hubiera sido el trato en ese caso, saldrían a decir que si a los 16 años puede conducir un vehículo, porque no puede votar.
Finalmente para decir o dar un diagnostico de base científica sobre el estado mental o capacidad de raciocinio de los jóvenes de 16 años, deberíamos hacer un estudio psicológico de cada uno de ellos, una verdadera estupidez. Análisis que si se debería realizar en los aspirantes a cargos electivos, porque muchos de ellos no parecen comprender la realidad de los tiempos actuales, se han quedado detenidos en el tiempo, y sobre eso no hay solución.
Alfredo Silverio Rodriguez
DNI.11.894.278
ALSINA 1310
TE.1567018038
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