HOY ENCENDEMOS EL VENTILADOR

La mayoría de los que me conocen saben muy bien de que mi trabajo en los medios de comunicación se remonta bastante atrás en el tiempo. En el mes de marzo del año venidero serán veinticinco años. Veinticinco años en los que hice de todo lo practicable en medios gráficos -desde aquellos que se editaban en "caliente" o en plomo-, donde llegué a ayudar a los linotipistas, realizar diseños para ese tipo de impresiones, los cuales no se usaban computadoras, precisamente porque no habían. En el primitivo offset, donde tampoco había diagramación láser y se realizaban las "pegatinas", y se usaban películas, las cuales eran muy costosas. Haciendo radio en las primitivas radios "truchas" de finales de los ochenta, hasta llegar a nuestros días. Habría mucho para contar. La gente que conocí y que ya no esta -porque le tocó el turno de irse primero-, hasta aquellos que debieron cambiar de rubro porque esto no les resultó. Sobre algunos de estos últimos me quiero referir, en relación de un hecho acontecido en los últimos días, y que me toca de cerca.

Hace unos días atrás uno de los colaboradores de este medio, fuera de sus actividades en el mismo, decidió realizar un curso de periodismo por su cuenta, y perfeccionar el que actualmente llevaba a cabo, a pesar de haber realizado ya algunos cursos con antelación. En dicho taller, el docente que lo dictaba les da como tarea a los alumnos el realizar una investigación acerca de la contaminación ambiental. Para ello decidió ir en busca de una ex periodista que un momento tenía bastante información acerca del polémico caso de las antenas de telefonía celular de Monte Chingolo. Decidió llamarla,-una vez que consiguió su teléfono-, y para su sorpresa la misma lo acusó de ser amigo de quien suscribe, y que por lógica lo había mandado yo y culminó la desagradable conversación lanzando un epiteto de esos que quedan retumbando un par de días en la cabeza, sobre todo cuando a uno lo agarran desprevenido, me refiero, a nuestro periodista que solo buscaba información para su trabajo practico del taller que realiza en "Agustín Tosco".
Dicha ex periodista, la conocí a finales de los noventa, en el "summun" de su carrera. Luego por las malas maniobras de un empresario de los medios quedó tiempo más tarde sin trabajo. No la ayudaron ni los que ella creía sus amigos. Luego de muchísimo tiempo la recomendé para que la tomarán en un medio gráfico de los últimos que estuve vinculado, y la tomaron. No se manejaba igual que antes, siento que le habían afectado los años de inactividad. Hasta que por diferencias personales tomamos distancia y ella fue desvinculada del medio. Las diferencias continuaron. Pero bajo ningún concepto se puede insultar a otra persona "por las dudas". Y desde ya no hablo del lamentable insulto que me toca, sinó de el colaborador de este medio el cual estaba realizando una actividad curricular para dicho taller.
Estoy de acuerdo, en que muchos que abrazaron los medios como forma de vida, lo hayan hecho en forma apasionada. También he visto en todos estos años en muchas ocasiones, la bronca que les causa "dar el paso al costado", desde ya en forma forzada, de forma obligada. Pero actuar de esta forma demuestra resentimiento, y con eso no se llega a ningún lado.
Gustavo M. da Silva

Comentarios

Seguidores