Mons. Frassia celebró una misa por la patria en Nueva York

Mons. Frassia celebró una misa por la patria en Nueva York 
 Avellaneda (Buenos Aires), 24 May. 12 (AICA) 
 Mons. Rubén Frassia en la catedral de San Patricio, en Manhattan 


“Hermanados en la fe, por la Madre convocados, construyamos con amor la unidad de los hispanos”, es el lema de la Asociación Nuestra Señora de Luján, que con la animación del presbítero Carlos A. Mullins, convoca y reúne a los argentinos residentes en la metrópolis neoyorquina. 

 Con motivo de la fiesta del 25 de Mayo, que conmemora el establecimiento en Buenos Aires del primer gobierno patrio, la Asociación Nuestra Señora de Luján organizó, como lo viene haciendo desde muchos años, la celebración de una santa misa por la Patria y en honor de la patrona de la Argentina, la Virgen de Luján.
 La celebración eucarística tuvo lugar el pasado domingo 20 de mayo, a las 16, en la catedral de San Patricio, en Manhattan, el corazón de la ciudad de Nueva York, y fue presidida por el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, y concelebrada por el presbítero Carlos A. Mullins, capellán y animador desde hace muchos años de la colectividad argentina en Nueva York.
 Al iniciar la celebración, monseñor Frassia leyó un emotivo saludo que enviaron las jóvenes internas del Cottolengo de Avellaneda.
 También recordó que se celebraba el 35º aniversario de la llegada de la imagen de la Virgen de Luján a la ciudad de Nueva York y los 202 años de la Revolución del 25 de Mayo de 1810.
 El Grupo Coral América-Santa Rosa de Lima, que dirige el Maestro Manolo López y que en este año cumple 5 décadas de existencia, acompañó la celebración interpretando la Misa Criolla de Ariel Ramírez.
 En la homilía, monseñor Frassia animó a los inmigrantes presentes a conservar sus raíces culturales y a mantener viva la fe en Cristo y la devoción a María.
 La celebración concluyó con el canto de los himnos nacionales de la Argentina y de los Estados Unidos de América, que junto a la imagen de la Virgen de Luján provocaron una fuerte emoción y más de una lágrima.
 Al término de la misa se realizó la ya tradicional Cena de Confraternidad, que tuvo lugar en los salones de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en San Bernardo, Manhattan, que puso un final feliz a un día de sol radiante, dedicado a honrar a María y a orar por la patria lejana.


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