Alternativo II (nuevo comportamiento), Por Lucas Lòpez


Alternativo II (nuevo comportamiento) 
Por Lucas Lòpez
El aspecto de lo alternativo es apreciado cuando surge como post-crisis, es decir, como modificación de lo estandarizado. Lo anómalo advierte, en este caso, la emergencia de un nuevo concepto. La fertilidad de la nueva concepción promueve una teoría distinta. La teoría, la implementación de un nuevo texto; de un nuevo chùcaro comportamiento. 

 La normalización de la palabra, cuando intenta aglutinar las anomalías, suele regirse bajo operaciones claramente instrumentalistas para sostener la inhibición. He aquí su quintaesencia: la alimentación del quietismo bajo la cálida secuencia de imágenes estelarmente simpáticas. Podría asemejarse a lo que Marcuse vinculaba con la “sociedad sin padre” y la masividad de la intervención autoritaria externa al yo para describir la consolidación del aparato abastecedor de industrialización tecnológica a la sociedad moderna. Pero no precisamente me refiero a esta cuestión psicológica, sino más bien a la rabdomancia discursiva que, empleando conceptos egipcíacos, montan elucubraciones esperanzadoramente (sentimentalmente) místicas; precisamente, más rabiosas, cuando intentan adquirir ornamentos altruistas. Es decir, cuando tal comportamiento teorizado particular intenta investirse de satisfacción colectiva. Una práctica de mnemotecnia medieval, cual a partir de la memorización de imágenes y procesos se persigue la descripción y sinfonía del universo. Seria como si, precisamente bajo estos niveles cibernéticos en los cuales nos encontramos (tanto el lector como yo), el ciberespacio en el cual el cibernauta deambula pasivamente (pretendiendo fortalecerse en comprensión en la realidad crítica allí encontrada-plasmada) es unipersonalmente diseñado por un ciberartista que asume el control y distribución de las figuras bajo las cuales pensar-nos.
 Chist! ¡A no enfrascar el cauce! Esa es la lengua de lo alternativo. No convertir a lo anómalo como alternativo-coincidente de lo normal, sino como elemento de prueba de la emergencia de lo alternativo no estandarizado. Des-mistificarlo como ente de razón para aplicarlo-vivenciarlo en el mundo sublunar. Apreciar su lugar como límite del cuerpo actualmente continente del contenido textual. Delimitar su tiempo desde la numeración de oscilaciones entre los antes y después de sus apariciones. Lo alternativo debería ser la entelequia de la necesidad textual. Su actualización en-el-ahora. Sun fin y comienzo. Este es el grado de conciencia de si que adquiere el texto. Se desnuda la subversión intelectual marcusiana, su capacidad anti-enajenante. Su reificación impaciente frente a la demora: un nuevo comportamiento.
 El concepto de alternancia puede ser trans-teórico, es decir, puede referenciar lo mismo en distintas teorías normales oficializadas; en todo caso, la diferencia radicaría en la substancialidad que en cada una de ellas se le asigna, como así también a su capacidad de desenvolvimiento. Identificar tal riego es determinante para la aparición de voces.

 Lucas R. López 
 lucasrl@hotmail.com.ar

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