LA DIGNIDAD DEL TRABAJO ES TRABAJAR Y HACERLO BIEN

La dignidad del trabajo es trabajar y hacerlo bien
Avellaneda (Buenos Aires), 23 Set. 11 (AICA)
Trabajo digno

El domingo 18 de septiembre, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, realizó su reflexión radial en el programa “Compartiendo el Evangelio”.

En su homilía el prelado llamó a escuchar bien la Palabra de Dios “porque pareciera que se está apoyando, o confirmando, que para recibir no es necesario trabajar. Este no es el sentido del Evangelio, sino más bien aportar a tener cultura del trabajo, tener esfuerzo y disposición para el trabajo. Una cosa muy distinta es no tener trabajo porque no lo contratan y no porque no quiere trabajar”.
“El pensamiento de Dios – dijo monseñor Frassia- es muy distinto a nuestro pensamiento; la mirada de Dios es muy distinta a nuestra mirada y Dios sigue siendo imprevisible. A Dios nunca se lo puede `capturar´ y nadie puede tener la pretensión de `agarrarlo´. Dios es rico en misericordia y llama a todos, empezando por los últimos; Dios no es selectivo”.
El pastor de Avellaneda-Lanús pidió la ayuda de Dios para “tener la capacidad de saber que Dios llama a todos y que con todos tiene misericordia. En segundo lugar, descubrir la bondad del trabajo, porque uno tiene que trabajar haciéndolo bien, y haciendo el bien, independientemente de lo que hagan los demás”
“Muchas veces se bajan las exigencias porque otros no se exigen. Muchas veces uno no trabaja demasiado porque otros no trabajan lo suficiente. Esto significa un deterioro; un deterioro de cultura, de sociedad, de lo que es la dignidad del trabajo”, señaló el prelado.
Monseñor Frassia afirmó que “uno trabaja no sólo para obtener el beneficio y el resultado de lo que es el jornal, sino que trabaja para sostener su propia dignidad. ¡La dignidad del trabajo es trabajar y hacerlo bien! Esta palabra no hay que olvidarla jamás” y agregó: “cada uno es responsable de su propia vida y de su propia conciencia. En esto no hay que mirar a los otros, ni compararse, sino que fundamentalmente hay que hacer hincapié en la propia responsabilidad personal”.
Para concluir, el obispo dijo: “Si cada uno de nosotros hiciera las cosas que tiene que hacer, por persona, por familia, por sociedad, por responsabilidad, por trabajo, por oficio, por ministerio o por lo que sea, a conciencia y bien, nuestro mundo y nuestro país serían distintos”. +

AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

Comentarios

Seguidores