COMUNICADO DEL STML

Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús
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16 DE SEPTIEMBRE
El 16 de septiembre de 1955 un golpe de Estado cívico- militar truncó la Democracia en la Argentina, así se produce la sublevación autodenominada “Revolución Libertadora”, movimiento revolucionario encabezado por el general Eduardo Lonardi, que derrocó al gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón. La dictadura impuso la proscripción del Partido Peronista y persecución de sus simpatizantes, que se mantendría por 18 años, y la intervención de los sindicatos. También, en un caso sin precedentes en la historia argentina moderna, fusiló a opositores, en algunos casos en forma pública y en otros clandestinamente.

Fue sin duda el golpe militar que abrió la puerta para instalar estos métodos como sistema para sembrar el terror y mantener un cierto orden institucional, mientras realizaban el verdadero objetivo que era destruir económicamente a la Nación, en servicio de los poderes extranjeros y sumir al pueblo argentino en la miseria y la opresión, proyectando el eje de la violencia a los sectores juveniles que siempre supieron resistir levantando el nombre de Perón como bandera.
El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
En realidad y al mismo estilo, solo que mucho más salvaje, se intentó poner freno a una militancia comprometida y peronista que otra vez desde la juventud, jaqueaba a la dictadura, mostrando organización y espíritu de lucha. Nacía la noche negra de la historia argentina que duraría siete años y se llevaría la vida y la presencia de miles de jóvenes, nuevamente para sembrar el terror social para instaurar el peor desastre económico que sufriera nuestra Patria.
Tanto los caídos del 55 como los del Proceso iniciado en el ’76 son nuestros héroes y mártires y esperaban esa reivindicación que tras la muerte del General no pudieron tener pero que estaba viva y latente solo en el alma de su pueblo.
Fue desde el año 2003 con la llegada del Compañero Néstor Kirchner que la bandera de la memoria, la verdad y la justicia se instaló bien alta junto con las demás y dejaron de ser invisibles para convertirse en el motivo de la masiva participación de los jóvenes y los trabajadores en la política para ser un parte de un modelo de inclusión y distribución de la riqueza, como no había en la Argentina desde aquel 16 de septiembre de 1955.y por su intervención como Presidente ha sido declarado el 16 de Septiembre como el Día de la Juventud.
A nuestros mártires el recuerdo permanente y sus nombres en nuestras banderas y como mayor homenaje trabajar solidariamente para profundizar este modelo para que nunca más hechos desgraciados como estos se sucedan en nuestra querida Patria que debe ser un canto al trabajo, al amor, a la justicia y la libertad.

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