FRENTE AL ECLECTICISMO SUBYACENTE

Frente al eclecticismo subyacente

La inmersión en la cual nos involucra la inmanencia de la subjetividad antipopular, nos antepone frente a una gran variedad de matices, los cuales debieran ser provistos de la atención necesaria para la clarificación de la cuestión; es decir, para la posibilidad de llevar a cabo una elección política adecuada que nos permita ganar coherencia de cara al proceso electoral que se está poniendo en juego por estos tiempos. Aquí radica la quinta esencia de nuestro compromiso como individuo social que pretende participar en un proyecto democrático: ver las faltas que hoy obstaculizan dicho proceso, denunciarlas y acompañar la organización que permita transformar lo trágico-corriente. Esto es, crear nuevas instituciones que habiliten la acción democrática de base, que integre al vecino a la comunión de la discusión, debate y labor política que tienda a mejorar nuestra calidad de vida. Consagrarse a la obtención de las causas populares.

Cualquier subterfugio puede encontrarse en aquellos que pretenden sortear toda objeción a la defensa de determinada agatodicea, es decir, a cualquier serie de argumentos que llevan a justificar "lo bueno", en este caso "lo bueno" imperante, es decir, algo así como "el club de la buena onda". ¿Les suena?. Cualquier sucinto pensamiento de este tipo intenta promover cierta filosofía de la identidad en la cual lo malo es aquello que está por fuera de lo real absoluto que se intenta presentar como verdadero. Pura chantada. Pues pensamientos de este tipo siempre fueron hijos de la debilidad del suceso que los conforma, y sucedáneos del comienzo de una debacle socio-política. Detrás de bambalinas suspira la corrupción. Lejos de constituir una razón práctica, o creencia para nuestro desenvolvimiento social, esto se convierte en una instrumentalización de la ideología de los explotadores. Lo subliminal se corona en el "doble discurso". En nuestra política nacional, eso está más que reconocido y distinguido en un vasto sector político.
Con esta advertencia, cabria direccionarse hacia una motivación que permita cierto rango de autonomía y criticismo. Virar nuestro interés hacia el polo transformador. Nuevo concepto este último que tendremos que desplegar en los próximos encuentros al intentar buscar su espejo en el cuadro político actual.
SILVANO

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