BAGATELA KALOKAGATHIA KIRCHNERISTA

Bagatela kalokagathía kirchnerista

Es cotidiano, persistente, el discurso sobre "la bondad y belleza" del modelo K. Imaginamos ante esto un aura, de una "actividad estética", en términos schellingianos, en donde lo espiritual y lo natural se armonizan de forma pre-establecida, superando cualquier contradicción entre ambos ámbitos. Parecería una representación divina y única garantizada por la conducción de una personalidad cuasi mesiánica, quién nos libro de las peores catástrofes. Sin lugar a duda, que semejante salvación y depósito de confianza en tal agente, no puede llevar a otra cosa que no sea al quietismo para aquellos que bajo esa dinámica redentora su subsumen.

Alguien puede dudar del propósito del speech oficial sobre semejante andanza, por intermedio de su staff de oradores que balbucean nociones sobre popularidad y justicia social. Lo que aquí prevalece es la falta de actitud histórica y crítica con respecto al pasado, dejando de analizar al objeto situado, tanto al objeto que este "modelo" se jacta de criticar, el mal llamado neoliberalismo, como al objeto-"modelo". Una actitud meramente erística que, muerta en su relativismo infantil, no aproxima solución alguna frente a la problemática real.
Posiblemente la superación de semejante aglutinar está siendo materializada desde los sectores sociales que se mantienen independientes, tanto del oficialismo como de los sectores opositores que conviven con un pasado y un futuro continuista. Esto lo demuestra la denuncia que emitió la señorita Lucía, del Plenario de Trabajadoras de Lanús (rama femenina del Partido Obrero), en el programa radial de la fm espacio Radio Abierta el lunes 25/4, al sostener que al desarrollar una actividad de su organización en el velódromo municipal de Lanús Este, el sábado 23/4, consistiendo en la venta del periódico Prensa Obrera del Partido Obrero y de una volanteada sobre la cuestión de la trata de personas, un empleado municipal de nombre Juan Pereyra les pidió que abandonen la venta de su periódico y dejen de “hacer política” porque estaban prohibidas, tanto la venta ambulante como las actividades políticas. Como las chicas no desistieron la actividad, naturalmente, el empleado se puso tenso y las amenazó para que se vayan. Sin embargo los espectáculos allí realizados, cargados de propaganda política oficialista, son cosa común y "permitida" en un espacio público que lejos está de desautorizar cualquier tipo de actividad recreativa, tanto deportiva como social.
La conclusión resolutiva que se desprende sobre esta monopolización del discurso, debe plantear una construcción elaborada a partir de lo que el chileno José Echeverría planteó en su momento con respecto al empirismo trascendental: una existencia concreta desarrollada desde la permanencia en un yo mismo y lo Otro. Confeccionarse desde uno, pero siempre mirando al afuera objetivado que nos determina a intencionar. Ante la unilateralidad del lenguaje, qué otra opción proponer. Lo que habitualmente desde esta columna llamamos: romper el verglás de la inmanencia de la subjetividad antipopular... Un lenguaje independiente.
SILVANO

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