¿NEO-VERBO IZQUIERDA?


¿Neo-verbo izquierdista?
El analista, Blas Dos Santos, sostuvo que se registra “cierto cambio de lenguaje en la izquierda” argentina, aunque cuestionó la carencia de “nuevas formas de pensar la relación –de ese sector- con la sociedad”: “hay una nueva izquierda, pero no más que cierta reafirmación testimonial de seguir manteniendo algunos principios”, consideró en diálogo con Radio Provincia el 6/9.

Lo interesante de este diálogo, que Blas Dos Santos mantuvo con Radio Provincia, es que en ningún momento mencionó la singularidad de este giro lingüistico de la izquierda. Es decir, no destacó los hechos que previenen el delineamiento de mutación alguna en el discurso izquierdista. Sólo advirtió un ejemplo que podría hacernos inducir semejante variación, el del término "Nueva Izquierda". Usted ya sabe a que se refiere. La desilusión sobre tamaño análisis pronto se hace presente.
El principio de la mínima acción aparenta dirigir el razonamiento de Blas Dos Santos cuando pareciera aglutinar dentro del conjunto "izquierda", varios elementos disímiles no discriminados. El suceso mismo de iniciar una exposición sobre la "izquierda" hoy en Argentina sin llevar a cabo distinción alguna, presupone la intencionalidad de encomendarse una posición audaz de manipulación de los conceptos mismos en debate; asegurarse, dentro de la indiscriminada nebulosa introducida, la presencia de ciertos componentes con los cuales favorecer su crítica y conclusión. Con esta estratagema, Dos Santos permite anunciar tácitamente las características que hacen a ser de "izquierda", y con ello, dar curso a su posicionamiento sobre el nuevo lenguaje experimentado en este sector. Por eso claramente puede entenderse, dentro del ámbito de "izquierda" de Dos Santos, como manifestación de la "izquierda" a aquellos elementos que en realidad son exteriorizaciones del "centro-izquierdismo". La intencionalidad de su discurso aquí es donde hace espejo.
Sin interés de iniciar una descripción profunda sobre la esencia del lenguaje, podemos advertir que este constituye la estructura que permite la rotulación conceptual, en la conformación de una idea, a partir de los datos sensibles percibidos por el sujeto. Es el que posibilita, y en el cual se expresa, la construcción de palabras y juicios que comunican, en la intersubjetividad, una realidad descrita.
El lenguaje de la "izquierda", aquí y en todo el mundo, es el lenguaje que refiere a una realidad analizada bajo el método marxista, es decir, una realidad que se analiza como historicamente social, con sus correspondientes caracteres que la distinguen en su devenir continuo: hoy, como capitalista. La realidad queda determinada a partir de lo significativo de las relaciones humanas, junto a las relaciones con la naturaleza, y los procesos de produción que se establecen a partir de dichas relaciones. El lenguaje de la izquierda es aquel que signifique la efectiva vinculación entre el desarrollo de la materia y el de los procesos sociales. El lenguaje de la izquierda es el que denuncie la opresión y explotación particular de esta realidad contemporánea, promoviendo, a su vez, nuevas condiciones que establezcan las vías de superación de esta existencia barbárica.
Cuando Dos Santos argumenta que la "izquierda" peca por estar esperando "el momento" para salir a mostrarse a la sociedad y por ello es necesario que entable un viraje en su discurso para iniciar "nuevas formas de relación con la sociedad", ¿de qué izquierda está hablando?. Aquí se despliega el núcleo duro del carácter de "izquierda" para Dos Santos.
Pero habría que contestarle al analista, que la izquierda no es algo que se contrapone a la sociedad. Es parte de esa sociedad y sujeto político activo consciente de una porción mayoritaria de esa sociedad (clase trabajadora), aunque aun esta no dé cuentas de ello. De ahí el trabajo organizativo de la izquierda, representada en diversas tendencias, para conformar un partido obrero revolucionario que permita conducir la conscientización clasista del sector asalariado en pos de un posicionamiento anticapitalista que conlleve a una nueva organización social sobre nuevas bases. La participación de la izquierda en el proceso social hace que "el momento", del cual habla Dos Santos, pueda anticiparse. Las condiciones objetivas para los procesos pre-revolucionarios, no se generan porque sí de manera unilateral, sino que se encuentran intimamente alimentadas por los factores subjetivos que las atraviesan, y que parten de la dinámica de los sujetos sociales en relación con las estructuras sociales. En este momento es en donde abiertamente, Dos Santos, tendría que limpiar dentro de su conjunto "izquierda" los elementos que hoy en día no elaboran un programa político, en su caracterización de la realidad y en la intervención que en ella hacen, que procure una salida, a esta crisis capitalista actual, bajo la conducción de las bases obreras.
Cuando Dos Santos habla del nuevo lenguaje izquierdista a partir de la presentación del término "Nueva Izquierda", solo nos enfrentamos a una locución enteramente superficial. "Nueva Izquierda" así solo, adquiere la misma sustancia impresionista que el adornado moño acompañante del regalo forrado. Remite más a una artimaña electoralista que a una transformación progresiva del marxismo militante.
La ucronía que subrepticiamente plasma Dos Santos exhibe el interés de apaciguar la verdadera voz de los trabajadores representada en aquellos que se organizan bajo un programa revolucionario. Su apacible inclinación parte de una posición enteramente anti-izquierdista desde su concepción de "izquierda". La apatía revolucionaria que transmite su análisis es propia de aquellos que confían en una salida capitalista a esta miseria.

Silvano

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