COMO DON ORIONE, HAY QUE VIVIR EL AMOR A LOS MAS PEQUEÑOS


Como Don Orione, hay que vivir el amor a los más pequeños
Avellaneda (Buenos Aires), 6 Jul. 10 (AICA)
Mons. Rubén Frassia en el Pequeño Cottolengo, de Avellaneda.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, destacó que San Luis Orione "entendió lo que significa vivir el amor de Dios en el amor a los más pequeños, al presidir una misa por los 75 años de la colocación de la piedra basal del Pequeño Cottolengo, de Avellaneda.

“Tenemos necesidad de tomar este espíritu, porque nos estamos asfixiando, nos falta oxígeno, nos falta aire, nos falta grandeza y nos falta vuelo. O estamos cansados, desanimados, encerrados en nuestras mismas cosas. Necesitamos abrir las ventanas, abrir las puertas, mirar al cielo y donde pasaron los santos, tomar fuerza de ellos y ejemplo para que nosotros podamos continuar la huella”, subrayó.
Tras señalar que el santo decía que "la caridad salvará al mundo”, reconoció que “el mundo está mal, nosotros estamos mal -que también vivimos en el mundo sin ser del mundo- porque nos está faltando la fuerza profunda del amor a Dios en el amor a nuestros hermanos".
El prelado recordó que "San Luis Orione pasó por aquí, fundó este Cottolengo en Avellaneda -hoy diócesis de Avellaneda-Lanús- un lugar que enseña la esperanza para el mundo. Porque esta existencia es lo central para toda la familia humana. Todos nosotros valemos y cada uno de nosotros somos importantes. Dios nos enseña esta hermosa realidad”.
Por último, monseñor Frassia pidió que "este lugar de gracia siga dando fuerzas para que esta Congregación de Hermanas, los Padres Orionitas y todos los que han seguido el nombre de San Luis Orione, tengan la experiencia y la convicción de que el bien es superior a todo mal. Y que a todas las personas que ayudan, contribuyen y apoyan a este Cottolengo, Dios los siga bendiciendo en su generosidad, porque Dios no se deja vencer en generosidad".+

Texto completo de la homilía
75° ANIVERSARIO DEL PEQUEÑO COTTOLENGO DON ORIONE

Homilía de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el 75º Aniversario del Cottolengo (2 de julio de 2010)


Queridos hermanos:

Hoy es un día muy especial y estamos aquí para reconocer el paso de un gran hombre, el paso de un santo, que entendió lo que significa vivir el amor de Dios en el amor a los más pequeños. Todos tenemos necesidad de tomar este espíritu, porque nos estamos asfixiando, nos falta oxígeno, nos falta aire, nos falta grandeza y nos falta vuelo. O estamos cansados, desanimados, encerrados en nuestras mismas cosas. Necesitamos abrir las ventanas, abrir las puertas, mirar al cielo y donde pasaron los santos, tomar fuerza de ellos y ejemplo para que nosotros podamos continuar la huella. Ellas son el camino por donde Jesús nos va guiando y enseñando con un mensaje antiguo y nuevo, siempre fuerte y profundo. Siempre universal, católico y concreto. Es el amor de Dios, el amor a nuestros hermanos. De esto, ninguno de nosotros se puede excusar ni puede decir que no está a tiempo para dar respuesta. El amor de Dios es estar en amor con los hermanos. Afirmar ese “amor de Dios en el amor de los hermanos” significa una fidelidad increíble al amor de Dios. Creer que Él es quien nos da la fuerza y el sentido. Y es creyendo en Él que nos da ánimo, nos empuja a seguir amando una vez, dos veces y siempre. Amar a aquel que quizás no lo pueda reconocer. Amar a aquel realmente es el más pequeño y el más necesitado. ¡Qué cosa hermosa y qué mensaje grande es poder seguir amando como ama Dios, como aman los santos! ¡Como ama San Luis Orione: “la caridad salvará al mundo”, dijo el santo! El mundo está mal, nosotros estamos mal -que también vivimos en el mundo sin ser del mundo- porque nos está faltando la fuerza profunda del amor de Dios al amor en el amor a nuestros hermanos. Pero ese Espíritu también venimos a ponerlo en práctica, a seguir poniéndolo en práctica. Entre las fuerzas desgastadas en lo cotidiano de la vida, Dios va a renovarnos y a darnos su fuerza y su Espíritu. El “hace nuevas todas las cosas”, hace nuevo todo encuentro interpersonal, hace nuevo todo servicio realizado en Su nombre. Hace nueva toda voluntad. Pero la bondad de Dios tiene que ofrecerse en la bondad que nosotros podemos darle a los demás. La obra es inmensa. El trabajo es inmenso. Necesitamos obreros para que realmente se ocupen de las necesidades. La cosecha es abundante pero no son muchos los trabajadores. Necesitamos que este lugar siga llamando a muchas personas para que abran su corazón, para que abran su mente y que sigan apostando a aquello que vale la pena y aquello que es importante: el trabajo con los más pequeños. Hoy, en este volver a captar el Espíritu, también decimos que Dios sigue llamando a mucha gente y nos llama a cada uno de nosotros. Para seguir haciendo lo que hacemos, pero hacerlo mejor. Para que otros hagan lo que no hacen. Para que también se sientan llamados e invitados y también lo hagan. El amor también es perseverancia. El amor no se reduce a momentos o a experiencias. El amor tiene que estar presente en toda nuestra vida. Por eso hoy le pedimos al Señor, a través de San Luis Orione, que nos dé la gracia de Dios para perseverar en la gracia de Dios. Perseverar no es durar. Durar no es mantener las cosas, sino que siempre ir haciéndolas nuevas, sabiendo que es Dios quien va a llenar nuestras alforjas y es Dios quien va renovando nuestra vida. Si uno pretende hacerlo solo, se va a quedar. En cambio, si uno se abre al Señor, Él va a dar siempre la gotita de aceite y nunca la llama se va a agotar. Su Providencia será siempre en nosotros. Hoy es un día de mucha alegría al saber que San Luis Orione pasó por aquí, fundó este Cottolengo en Avellaneda -hoy diócesis de Avellaneda-Lanús- un lugar que enseña la esperanza para el mundo. Porque esta existencia es lo central para toda la familia humana. Todos nosotros valemos y cada uno de nosotros somos importantes. Dios nos enseña esta hermosa realidad. Le pedimos al Señor que bendiga a estas queridas chicas y todas sus intenciones. Que bendiga a todas las personas que trabajan aquí incansablemente día a día. Que este sea un lugar de bien, de amor y de gracia. Pero recuerden esto, que no puedo dejar de decir: cuando hay bien, cuando hay amor y cuando hay gracia, el Malo se pone terrible. Por lo tanto, siempre que uno está en el bien va a padecer, a sufrir, a ser tentado, a ser perseguido y a ser malinterpretado. Prueba de ello nos ha dado San Luis Orione que, en toda su obra, la envidia, los celos, la mediocridad, la injusticia, y tantas otras cosas más, fueron adornando su camino hacia la gloria. Si le pasó a Jesús, ¿por qué no nos va a pasar a nosotros? El discípulo tendrá que prepararse para la prueba. “Si quiere servir al Señor, prepárate para la prueba porque serás probado como el oro en el crisol”. Uno siempre deberá ser probado. El mal nunca va a vencer al bien. Y este lugar es como un gran pararrayos que protege y defiende de todos los azotes, que de muchos lados puedan venir. Que este lugar de gracia siga dando fuerzas para que esta Congregación de Hermanas, los Padres Orionitas y todos los que han seguido el nombre de San Luis Orione, tengan la experiencia y la convicción de que el bien es superior a todo mal. Y quea todas las personas que ayudan, contribuyen y apoyan a este Cottolengo, Dios los siga bendiciendo en su generosidad, porque Dios no se deja vencer en generosidad. Y cuantas veces uno haga algo por alguien también vamos a ser preguntados e interpelados por el Señor: “¿Cuándo te hemos visto? ¿Cuándo, Señor, hemos hecho eso?”. “Cuando se lo hicieron al más pequeño, a mí me lo hicieron”, nos dirá Jesús. Estamos tocando el Cielo, estamos tocando a Dios cuando nos entregamos a nuestros hermanos. Que Dios nos bendiga, que la Virgen nos proteja con su mirada maternal y que San Luis Orione nos dé la ayuda que cada uno necesita para recordar y decir que “la caridad seguirá salvando -hoy siglo XXI- al mundo” Que así sea

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús


AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

Comentarios

Seguidores