RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO




La niñez nómade: la otra metamorfosis
30/04/10

Por Alfredo Grande
“hay personas que hacen leña del árbol caído.
Hay otras que para hacer leña, primero tiran el árbol”.
(aforismo implicado)

El senado aprobó los artículos del régimen penal juvenil para chicos de 14 a 18 años
Los pibes tienen su propia ley penal
La norma establece una escala de sanciones alternativas para los adolescentes que cometen delitos, en la que la prisión es el “último recurso”. Se los juzgará a partir de los 14 años. En marzo lo tratará Diputados. El Senado dio media sanción al proyecto de ley de responsabilidad penal juvenil, al votar en particular todos sus artículos, y lo giró a Diputados donde a partir del 1º de marzo debatirán la sanción de la ley. El proyecto es polémico y reúne apoyos como resistencias. Por un lado puede considerarse de avanzada, porque organiza la escala de alternativas a la privación de libertad e instala como norma de cumplimiento obligatorio que la detención sea el último recurso. Pero nada indica que vaya a ser cumplida, ya que las leyes actuales y la Convención de los Derechos del Niño adoptada con rango constitucional ya lo impiden, y sin embargo no se cumplen. También resulta polémico el límite de edad al que se aplicará la ley, ya que incluye la franja desde los 14 años hasta los 16, límite actual para la sanción penal. Quienes sostienen el proyecto coinciden en que al incorporar la franja de 14 y 15 permitirán el blanqueo de las detenciones ilegales de chicos de esa edad que comete a diario la policía, lo que permitirá el control efectivo sobre esas detenciones. Quienes cuestionan el proyecto aseguran que en lugar de poner freno a las detenciones, se está autorizando la ilegalidad estatal y consideran que sería lo mismo que legalizar la tortura para mantener mayor control sobre ella. El proyecto aclara que “la libertad... es la regla. La privación de libertad durante el proceso tendrá carácter excepcional y será aplicada como medida de último recurso y por tiempo determinado, siendo éste el más breve posible”.
La Convención, en su artículo 37, inciso b, indica que “el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda”; y en su artículo 40, incisos 3.b. y 4. propone la “aplicación de medidas alternativas a la internación en instituciones”.
(Diario Página/12 26/11/09)

(APe).- Los vientos de cola empujan para que los pibes tengan una nueva ley penal propia. Casi tan dura como la tributaria, e intentado, al igual que ésta, lograr un nuevo avance en construir nueva cultura. Pero claro: cuando insemina el diablo, lo que se da a luz son demonios. La nueva cultura (tributaria o de responsabilidad penal) son nuevas vueltas de tuerca, y de paso, con varios remaches, de la cultura represora. A la que definimos como la hegemonía absoluta del mandato, la amenaza y el castigo contra las modestas rebeldías de los que se atreven a cuestionar a la cínica teoría del derrame. Forma perversa de la nunca concretada distribución de la riqueza, que termina con una versión posmo de la cada vez mayor distribución de la pobreza. Pero hablar de cultura represora nos permite gambetear la zancadilla jurídica y el patadón moral. O sea: no se trata de resolver el tema de la inseguridad. Se trata de demoler el paradigma de la inseguridad. La inseguridad es una entelequia, una forma de simplificación de una realidad densa y compleja, no apta para comunicadores y funcionarios de sangre tibia. Cuando un lejano ministro de varios imposibles, de profesión hipnotizador, habló del “costo social del ajuste”, obviamente pensó que era un costo social que los pobres de la tierra iban a pagar mansamente. Como clase media en cabina de peaje. No quiso pensar, o mejor dicho, se negó a pensar que ese costo social iba a ser capturado por la maquinaria mafiosa-policial-jurídica. Una metamorfosis monstruosa empezó a consumarse. El chiquilín de bachín pasó a ser el “junior” que disparó sin miramientos. O sea: que la máquina trituradora de vidas tenía en esos campos yermos de la infancia y adolescencia huérfana, el mejor ejército de reserva que alguna fuerza represiva pudiera soñar. El delirio de “pobres contra pobres” podía consumarse. Sembrar la discordia en la casa del hermano. El hambre, la falta de comida, la humillación permanente, la soledad, los maltratos, el frío, el calor, la sed, la violencia, todas circunstancias que agravan y potencian la metamorfosis necesaria para consolidar a la cultura represora. Dicho de otro modo: continuación del genocidio por otros medios. Algunos morirán, pero los que sobrevivan serán los más aptos. Para encubrir la desgarradora realidad, diremos que los niños están en situación de calle. Claro que también están en situación de subte, de mercado central, de abuso sexual, de maltrato, de consumo de drogas, de no consumo de comida... Son los nómades forzados, a los cuales el único sedentarismo que se les permite es el de los institutos o comisarías de encierro y de castigo.
Esta metamorfosis es producto directo de estas formas de las democracias ajustadas. Ajustadas a diversas formas de la impunidad financiera. Pero esa monstruosidad, que piadosamente denominan “pibes chorros”, debe ser sancionada. No sea que las honestas y mediocres mentalidades pequeño y mediano burguesas empiecen a sospechar que, lejos de ser un estado ausente, tiene una siniestra presencia. Alarmas, escándalos, comunicadores sociales que se espantan y piden mano dura, o algo duro al menos. “Mano dura sin tortura” como con su sonrisa de guasón aniquilador, pretendía Ruckauf. Vino mano dura con tortura, ya se sabe que nadie es perfecto. Los monstruos de mas de 14 años serán imputables....de su monstruosidad. Pero como la máquina es piadosa, llamará “responsabilidad penal”. O sea: culpa. Nada más pero, que nadie se engañe, nada menos. Culpa cultivada por la cultura represora, confesional o laica, para legitimar y legalizar el mandato, la amenaza y el castigo. Se los hacen penalmente responsables..O sea: se los declara culpables, por ahora desde los 14, de ser lo que son, de hacer lo que hacen, de vivir como viven, de matar como matan. De esa metamorfosis se tiene que hacer cargo una legión de saqueadores, de hordas que adulteran la vida, de plagas que intoxican las almas. Que quizá nunca fueron bellas, pero que tampoco tenían el destino de romper ningún espejo. El reduccionismo y el cinismo de resolver un problema causando muchos otros, no tiene ni siquiera el pudor de barrer bajo la alfombra. Ahora tiran todo directamente encima, y a eso lo llaman “basurales a cielo abierto”. Como cantaba la Bersuit: “los demócratas de mierda y los forros pacifistas” han convertido en basura imputable a nuestra niñez y a nuestra adolescencia. Han tirado el árbol y ahora, ellos si con total impunidad, harán leña.

Un Sueño indocumentado
04/05/10
Por Oscar Taffetani
(APe)-. Aunque un antiguo proverbio, no carente de sabiduría, diga que la patria es el lugar donde estamos bien, el hecho de que haya palabras tan diferentes, en distintas lenguas, para expresar la nostalgia y el sentimiento de pérdida del terruño, revela que la patria es también un dolor (“un dolor que no tiene bautismo”, escribió Marechal) y que ese dolor se instala en una dimensión espiritual, antes que física o geográfica.

Los inmigrantes son siempre emigrantes de algo, no hay que olvidarlo. Salen de un lugar y van hacia otro. En su mochila -aunque viajen desnudos- llevan sus recuerdos, sus afectos, su lengua materna. También llevan el sueño de vivir mejor y de poder hacer vivir mejor a los propios hijos. Tal vez sea ése el mayor rasgo de humanidad.
Entonces, cuando alguien nos hable de espaldas mojadas, de indocumentados, de ilegales, de invasores, de informales, tengamos en claro que se está refiriendo, con palabras hostiles, a seres humanos iguales a nosotros, sólo que sometidos a una situación inhumana.
Los Minuteman y su guerra
Durante las luchas por la Independencia de los Estados Unidos se llamaba Minuteman (hombre al minuto, o algo así), a los voluntarios civiles capaces de tomar las armas para defender la patria, ante cualquier amenaza.
Los actuales Minuteman (un nuevo nombre para la vieja lacra de la derecha racista norteamericana) surgieron después del atentado que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York, en 2001. Su propósito es cerrar el paso, denunciar, combatir y erradicar a todos aquellos seres humanos de lengua, color o hábitos no anglosajones que intenten trasponer de manera precaria la frontera y radicarse en los Estados Unidos.
La mayoría de las víctimas del ataque terrorista del 11-S tenían apellidos latinos, o árabes, o indios (no eran descendientes de los peregrinos del Mayflowerni de los Minuteman, precisamente). Pero ya sabemos que la verdad es siempre un estorbo, cuando se trata de hacer la guerra.
Los nuevos Minuteman, entonces, salieron a buscar sponsors y los consiguieron, primero en los Estados del Sur (entre ellos, Arizona, cuna de la odiosa ley SB 1070) y luego en el Norte (la frontera con Canadá, que es también ruta de inmigrantes).
Desde el sitio web Border Fence Project (Proyecto Valla Fronteriza) convocan a voluntarios, ofrecen asistencia técnica a los hacendados (para levantar cercas con alambre de púas, sensores infrarrojos y cámaras de vigilancia) y critican la morosidad de la administración federal en cumplir con las 700 millas de valla de seguridad que aprobó oportunamente el Congreso.
Un misil balístico intercontinental diseñado durante la Guerra Fría se llama, casualmente, Minuteman. Los misiles Minuteman, cargados con ojivas nucleares, siguen activos y alertas, en sus silos subterráneos. De prosperar la propuesta de desarme nuclear hecha por el presidente Obama a sus pares de Oriente y Occidente, las ojivas nucleares serán reemplazadas por cargas explosivas de alto poder. Entonces, los Minuteman pasarán a formar parte del programa Prompt Global Strike (Ataque Global Inmediato) y servirán para destruir blancos puntuales en cualquier lugar del planeta, a una velocidad que triplica la de la aviación de combate.
A partir de ahora, la parte no-norteamericana del mundo (es decir, la mayor parte) deberá estar enterada de que la expresión Minuteman tiene un significado inequívocamente hostil. Habla, en cualquier caso, de la guerra.
El futuro inexorable
En los años de la última dictadura militar, cuando las Fuerzas Armadas argentinas tenían hipótesis de conflicto con Chile (por el Beagle), con el Brasil (por Itaipú) y con el Uruguay (por la navegación del río de la Plata), el diario Clarín publicó las respuestas de dos escritores -Eduardo Gudiño Kieffer y Julio Cortázar- a la pregunta (¡vaya pregunta!) sobre si era posible la unidad latinoamericana.
Gudiño eligió marcar las diferencias culturales, históricas, políticas y económicas entre los países de la región y se mostró escéptico a la hora de pensar en la unidad. La consideró inviable. Cortázar, en cambio, criticó esa posición “realista” -que encubría una defensa del statu quo-, habló de las semejanzas y del patrimonio común (destacando, entre otras cosas, la hermandad de origen de la lengua portuguesa y la española) y finalmente dijo que apostaba al sueño de la unidad latinoamericana “por cómodo, por útil, por práctico” antes que a la realidad “de un infierno fascista y tecnológico”.
Mucha agua -y sangre- han corrido bajo los puentes, desde entonces. Sin embargo, en lo esencial, el dilema no ha cambiado. El infierno fascista y tecnológico que decía Cortázar hoy se expresa en la xenofobia y el rechazo a la integración de nuestros pueblos. Sus emblemas, lo mismo que en el Norte, son la valla fronteriza, los sensores infrarrojos, el muro inteligente.
El sueño de la unidad latinoamericana, en cambio, más allá de los vaivenes y contramarchas de las respectivas dirigencias, es un río innumerable, indetenible a esta altura de la historia.
Los migrantes del Norte y del Sur, como los del siglo XX, como los de la más remota Antigüedad, no han perdido sus raíces. Las llevan a cuestas. Las llevan, incluso, a pesar de ellos. Y el futuro inexorable -mal que les pese a los Minuteman- es la integración.

Africa sin red
03/05/10
Por Silvana Melo
(APe).- Aunque en África subsahariana solamente vive el 12% de la población del mundo, en esa región se da el 42% de todas las muertes infantiles. La ejecutiva de Unicef visitaba un hospital de Soweto -ciudad sudafricana con vasta experiencia en la violencia y el crimen contra los niños- y repetía: “no hay ninguna otra región donde la infancia sufra tantas amenazas, y en África subsahariana la crisis del VIH/SIDA es especialmente devastadora para el bienestar de la infancia”. En apenas un mes y días estallará en Sudáfrica el marketing cultural y supermillonario del Mundial de Fútbol, con la obscenidad económica expuesta como un manotazo brutal a la miseria endémica del Africa subsahariana.

Grandes estrellas cuyas piernas se cotizan en decenas de millones de euros se deslizarán por escenarios mágicos, como dispuestos por sobre el nivel de una tierra condenada a la injusticia durante siglos. Una tierra negra, esclavizada, sembrada de virus y de abandono, humillada por la terrible discordancia del edificio cinco estrellas para los europeos que hacen turismo de calamidades y los niños y las mujeres que se mueren de sida en las calles.

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Santa Fe
05/05/10

Por Carlos del Frade
(APe).- Juan de Garay fundó Santa Fe en el cruce de varios ríos y desde entonces la ciudad fue uno de los pulmones económicos del imperio español todavía poderoso.

Santa Fe de la Vera Cruz fue declarada puerto preciso. Una designación que le trajo beneficios económicos, políticos y sociales. Fue allí donde se produjo el primer levantamiento criollo contra la corona peninsular. Le llamaron la revolución de los siete jefes.
En el siglo diecinueve fue escenario de gobiernos artiguistas y nido del poder de un propietario de grandes extensiones de tierras y líder del partido federal, Estanislao López, famoso por su persecución a los pueblos originarios y porque durante mucho tiempo tuvo sobre su mesa de trabajo la cabeza de su ex aliado y amigo, el entrerriano Francisco “Pancho” Ramírez, hoy desaparecida en algún sitio del mapa del casco céntrico de la ciudad.

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Presentación Del Libro
CRONICAS DE TRAPO
Desde el Psicoanálisis Implicado
De
ALFREDO GRANDE
Participan: Carlos Del Frade (Periodista)
Carlos Ghioldi. (Dirigente Gremial)
Miércoles 12 de Mayo a las 19 horas
en La Toma de la ciudad de Rosario

Si desea enviarnos un mensaje, puede hacerlo a
agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar

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