Sur de GBA: regalan 2.320.000 m2 a genocidas y contaminadores
Por Lisandro Martínez
En 1976 las organizaciones patronales más concentradas planificaron exterminar masivamente opositores políticos, para elevar su tasa de ganancias. Las direcciones de esos monopolios no fueron juzgadas ni encarceladas, los empresarios organizadores de semejante masacre nunca fueron molestados y el chivo expiatorio fue una parte insignificante de la mano de obra asesina. Un dato esclarecedor fue que el 70% de las áreas económicas de la dictadura estuvieron en manos de los directivos de las grandes empresas desde 1976 a 1982.
El “Nunca Más” de la “democracia” fue el encubrimiento que resguarda a los demonios dentro de la botella, para ser liberados nuevamente en caso que se presente otro ascenso obrero como el ocurrido entre 1969 y 1976, que cuestionó al gobierno de los explotadores.
La responsabilidad del régimen “democrático” queda clara por su parcialidad en impartir justicia frente a la conspiración criminal de las grandes patronales que señalaron a delegados y activistas, para que desaparecieran e incluso se apropiaron de sus hijos. Los directorios denunciados entre otros son: Mercedes-Benz, Renault, FIAT, Dalmine Siderca, Propulsora, Swift, Sancor, Acindar, Bunge, Ledesma, Organización Techint (OT) que, según Luis Majul, del listado de 220 metalúrgicos desaparecidos 75 trabajaban para esa firma. El documental “Milagros no hay” (2003) de la periodista alemana Gabriela Weber es ilustrativo.
El aquelarre fue enorme y algunas patronales habilitaron sectores de sus fábricas para que funcionaran centros de torturas y exterminio, con la complicidad de la burocracia sindical.
Esto echa luz frente al simulacro progresista desplegado por los K, cuando son incapaces de contestar la pregunta clásica que los investigadores policiales se formulan frente a los delitos:
¿A quienes beneficiaron los crímenes seriales cometidos por la dictadura?
La carta de un luchador hace tres décadas atrás, subraya hoy el vacío político y moral que acompaña al progresismo vernáculo, gatopardos farsantes que, gambeteando la historia, juran por los que no están para engatusarnos y enriquecerse. Los cooptados por “el nieto del usurero” (dixit D’elia), también sostienen la pirámide de transas donde se apoya esta gigantesca estafa que negocia a diario la sangre derramada.
Rodolfo Walsh en su carta a los militares 24/3/1977 pintó ese cuadro de desastre social que en 27 años de democracia no modificaron:
“En la política económica de este gobierno (el de Videla) debe buscarse la explicación de sus crímenes y el castigo a millones de seres humanos con la miseria planificada.”
“En un año se redujo el salario real al 40%, disminuyó su participación en el ingreso nacional al 30%, elevó de 6 a 18 horas la jornada de labor necesaria para pagar la canasta familiar, resucitando formas de trabajo forzado que no persisten ni en las colonias.”
“En un año el consumo de alimentos cayó 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas desapareció en las capas populares. Ya hay zonas del GBA donde la mortalidad infantil supera el 30%, la diarrea estival, parasitosis y la rabia, trepan hacia marcas mundiales.”
“Redujeron el presupuesto de salud al 30% de los gastos militares, suprimieron hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se van por el terror, los bajos sueldos o la racionalización”.
“Basta andar por el GBA para comprobar que esta política lo convirtió en una villa miseria de 10 millones. Barrios sin agua y a media luz porque las industrias saquean las napas, el río más grande del mundo contaminado porque los socios de Martínez de Hoz arrojan sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que tomaron es prohibir a la gente que se bañe”.
“El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible ganar sin trabajar el 100 y el 200%, hay empresas que duplicaron su capital sin producir, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el festín de los corruptos”.
La denuncia de Walsh está vigente e ilumina el fraude del régimen democrático que vino a sanear el cuerpo social y muestra la inutilidad del nacionalismo patronal que padecemos.
Los funcionarios del “gobierno popular” (Scioli, intendentes y HCD de Quilmes y Avellaneda) ignoran a Walsh cuando denuncia los crímenes de los monopolios y también a expertos como Julia Whitty, quien publicó, en “Mother Jones”, “El Destino del Océano”; allí señala la responsabilidad de los capitalistas en la depredación ambiental y oceánica. Scioli e incluso ex montoneros reivindican entregar reservas naturales para que lucre OT aunque chorree sangre vinculada con dos genocidios: aquel de Argentina y el de hoy en Colombia. A los “nacionales” les resbala que se enajenen bienes públicos.
OT desde 1978 hasta 2003 trabajó el Ceamse de Domínico -como Saneamiento y Urbanización SA-, rellenando la costa con todo tipo de porquerías, lo que generó más de 100 tipos de gases tóxicos provocando un colosal estropicio ambiental y enfermedad y muerte a muchas personas, cuyas familias fundaron en Wilde “Madres de las Torres”.
Aunque OT incumplió su contrato -no garantizó el sellado del relleno dañando las napas, no parquizó ni construyó caminos de acceso-, la dictadura le entregó 2.320.000 m2 de esos terrenos.
La privatización del río es ilegal (Código Civil, art. 2340 “son bienes públicos: los ríos, sus cauces, las riberas internas de los ríos, las islas, las calles….”) pero oposición y oficialismo intentan cagarse en la ordenanza Nº 9348/02, cambiando la rezonificación en los municipios y con los hechos consumados burlar leyes para participar a pleno en el negocio “Costas del Plata”, sin importarles que la megaobra desquicie el ecosistema.
Billetera en mano, OT invitó a viajar a New York a una delegación de organizaciones para mostrarles “in situ” un caso similar. Los organismos ambientalistas de lucha rechazaron el convite y lo denunciaron como “tendiente a direccionar voluntades”, ergo soborno. Igual viajaron los intendentes Francisco Gutiérrez y Baldomero Álvarez, algún concejal y funcionarios de esas comunas.
Fuera Techint y el lucro capitalista; que asambleas de organizaciones ambientales, vecinos y trabajadores, establezcan en la zona el plan de resguardo del ecosistema.
lisandromartinez47@yahoo.com.ar
Por Lisandro Martínez
En 1976 las organizaciones patronales más concentradas planificaron exterminar masivamente opositores políticos, para elevar su tasa de ganancias. Las direcciones de esos monopolios no fueron juzgadas ni encarceladas, los empresarios organizadores de semejante masacre nunca fueron molestados y el chivo expiatorio fue una parte insignificante de la mano de obra asesina. Un dato esclarecedor fue que el 70% de las áreas económicas de la dictadura estuvieron en manos de los directivos de las grandes empresas desde 1976 a 1982.
El “Nunca Más” de la “democracia” fue el encubrimiento que resguarda a los demonios dentro de la botella, para ser liberados nuevamente en caso que se presente otro ascenso obrero como el ocurrido entre 1969 y 1976, que cuestionó al gobierno de los explotadores.
La responsabilidad del régimen “democrático” queda clara por su parcialidad en impartir justicia frente a la conspiración criminal de las grandes patronales que señalaron a delegados y activistas, para que desaparecieran e incluso se apropiaron de sus hijos. Los directorios denunciados entre otros son: Mercedes-Benz, Renault, FIAT, Dalmine Siderca, Propulsora, Swift, Sancor, Acindar, Bunge, Ledesma, Organización Techint (OT) que, según Luis Majul, del listado de 220 metalúrgicos desaparecidos 75 trabajaban para esa firma. El documental “Milagros no hay” (2003) de la periodista alemana Gabriela Weber es ilustrativo.
El aquelarre fue enorme y algunas patronales habilitaron sectores de sus fábricas para que funcionaran centros de torturas y exterminio, con la complicidad de la burocracia sindical.
Esto echa luz frente al simulacro progresista desplegado por los K, cuando son incapaces de contestar la pregunta clásica que los investigadores policiales se formulan frente a los delitos:
¿A quienes beneficiaron los crímenes seriales cometidos por la dictadura?
La carta de un luchador hace tres décadas atrás, subraya hoy el vacío político y moral que acompaña al progresismo vernáculo, gatopardos farsantes que, gambeteando la historia, juran por los que no están para engatusarnos y enriquecerse. Los cooptados por “el nieto del usurero” (dixit D’elia), también sostienen la pirámide de transas donde se apoya esta gigantesca estafa que negocia a diario la sangre derramada.
Rodolfo Walsh en su carta a los militares 24/3/1977 pintó ese cuadro de desastre social que en 27 años de democracia no modificaron:
“En la política económica de este gobierno (el de Videla) debe buscarse la explicación de sus crímenes y el castigo a millones de seres humanos con la miseria planificada.”
“En un año se redujo el salario real al 40%, disminuyó su participación en el ingreso nacional al 30%, elevó de 6 a 18 horas la jornada de labor necesaria para pagar la canasta familiar, resucitando formas de trabajo forzado que no persisten ni en las colonias.”
“En un año el consumo de alimentos cayó 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas desapareció en las capas populares. Ya hay zonas del GBA donde la mortalidad infantil supera el 30%, la diarrea estival, parasitosis y la rabia, trepan hacia marcas mundiales.”
“Redujeron el presupuesto de salud al 30% de los gastos militares, suprimieron hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se van por el terror, los bajos sueldos o la racionalización”.
“Basta andar por el GBA para comprobar que esta política lo convirtió en una villa miseria de 10 millones. Barrios sin agua y a media luz porque las industrias saquean las napas, el río más grande del mundo contaminado porque los socios de Martínez de Hoz arrojan sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que tomaron es prohibir a la gente que se bañe”.
“El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible ganar sin trabajar el 100 y el 200%, hay empresas que duplicaron su capital sin producir, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el festín de los corruptos”.
La denuncia de Walsh está vigente e ilumina el fraude del régimen democrático que vino a sanear el cuerpo social y muestra la inutilidad del nacionalismo patronal que padecemos.
Los funcionarios del “gobierno popular” (Scioli, intendentes y HCD de Quilmes y Avellaneda) ignoran a Walsh cuando denuncia los crímenes de los monopolios y también a expertos como Julia Whitty, quien publicó, en “Mother Jones”, “El Destino del Océano”; allí señala la responsabilidad de los capitalistas en la depredación ambiental y oceánica. Scioli e incluso ex montoneros reivindican entregar reservas naturales para que lucre OT aunque chorree sangre vinculada con dos genocidios: aquel de Argentina y el de hoy en Colombia. A los “nacionales” les resbala que se enajenen bienes públicos.
OT desde 1978 hasta 2003 trabajó el Ceamse de Domínico -como Saneamiento y Urbanización SA-, rellenando la costa con todo tipo de porquerías, lo que generó más de 100 tipos de gases tóxicos provocando un colosal estropicio ambiental y enfermedad y muerte a muchas personas, cuyas familias fundaron en Wilde “Madres de las Torres”.
Aunque OT incumplió su contrato -no garantizó el sellado del relleno dañando las napas, no parquizó ni construyó caminos de acceso-, la dictadura le entregó 2.320.000 m2 de esos terrenos.
La privatización del río es ilegal (Código Civil, art. 2340 “son bienes públicos: los ríos, sus cauces, las riberas internas de los ríos, las islas, las calles….”) pero oposición y oficialismo intentan cagarse en la ordenanza Nº 9348/02, cambiando la rezonificación en los municipios y con los hechos consumados burlar leyes para participar a pleno en el negocio “Costas del Plata”, sin importarles que la megaobra desquicie el ecosistema.
Billetera en mano, OT invitó a viajar a New York a una delegación de organizaciones para mostrarles “in situ” un caso similar. Los organismos ambientalistas de lucha rechazaron el convite y lo denunciaron como “tendiente a direccionar voluntades”, ergo soborno. Igual viajaron los intendentes Francisco Gutiérrez y Baldomero Álvarez, algún concejal y funcionarios de esas comunas.
Fuera Techint y el lucro capitalista; que asambleas de organizaciones ambientales, vecinos y trabajadores, establezcan en la zona el plan de resguardo del ecosistema.
lisandromartinez47@yahoo.com.ar
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