1º DE MAYO - DIA DEL TRABAJADOR
ES TIEMPO DE JUSTICIA SOCIAL
Las premisas sindicales siguen siendo las mismas:
- Reparto equitativo de la Riqueza
- Una Legislación Laboral para sostener el Crecimiento Económico
- Un Sistema Previsional solidario y permanente
La justa distribución del ingreso se impone como una consigna de debate irrevocable para la recuperación de derechos perdidos en los años esclavizantes del salvaje neoliberalismo de los '90. Es una realidad que el PBI alcance los niveles de 1974, y hoy con 15 millones más de habitantes, eso significa que en la injusticia del reparto eso idefectiblemente afecta negativamente sobre los trabajadores.
El sindicalismo argentino debe asumir hoy el forjar una alianza que tenga como objetivo primordial la producción y el trabajo. Para nosotros, los trabajadores municipales que no representamos una rama de la producción pero que si somos la forma básica de gobierno estatal debemos darnos un debate del rol del Estado municipal y de sus trabajadores en pos de la dignificación de nuestra tarea diaria de cara a una sociedad que demanda de sus gobiernos locales soluciones a sus problemas de todoso los días. Debemos seguir bregando por nuestras reivindicaciones y nuestro rol social.
Esto debe movernos no solo al reclamo, sino además, a la participación activa en las decisiones de las políticas socioeconómicas que nos incluyen como actores sociales de la misma.
No debemos amedrentarnos con la difamación que han hecho las corporaciones empresariales del sindicalismo argentino, pero si debemos hacer una profunda autocrítica para adentro de muchos de los dirigentes que se han enriquecido y han sido 'incestuosos' con el neoliberalisno descarnado desde Martinez de Hoz hasta Menem e incluso De la Rúa, llenando sus bolisillos, empobreciendo sus gremios y olvidandose de los trabajadores, cómplices de la explotación obrera.
Estamos convencidos que nadie contribuye a la paz social que los trabajadores a través de su trabajo y el bienestar de sus familias.
Es hora de que el Movimiento obrero encarne su verdadera maduración.
Hemos sufrido un terrible embate sobre los derechos de los trabajadores, en un proceso de vaciamiento: se ha distorsionado 'canallescamente' nuestra legislación laboral con leyes infames como la 24.013 que introdujo los 'contratos basura', la 24.557 de 'Riesgos del Trabajo' que desvaloriza brutalmente la vida del trabajador, la 24.241 que impone un Sistema Previsional condenatorio, la 24.465 de 'Promoción de Empleo (?) beneficiosa para los patrones usufructuando y abusando de el sistema de pasantías, etc., etc...
Todas aquella sleyes que venían a 'blanquear' ennegrecieron las condiciones laborales de nuestros trabajadores, excluyeron, precarizaron y siguen formando parte de nuestra vida laboral actual.
Todos esto ha condenado a la clase trabajadora argentina, a sus familias y los jóvenes que entran al mercado laboral a la marginalidad, donde millones de compañeros han sido empujados a 'mendigar' un plato de comida para sus familias en este escenario brutal emergido del Consenso de Washington.
Por ello es necesario seriamente recuperar el sistema laboral a través de una legislación para el trabajo para sostener un proyecto, en primera instancia, de contención y luego de inserción y producción para el engrandecimiento del país.
La Seguridad Social que fue concebida por la clase obrera es mucho más abarcativa que el simple cobro de un insuficiente haber mensual.
En 1949, la Constitución le había conferido rango de política de Estado y Evita, enfatizaba en 1951, que el fin de esa Constitución 'Peronista' era la dignidad y solidaridad con el Pueblo.
Conscientes de ese legado sostenemos que la Seguridad Social debe ser funcional a los designios y aspiraciones de la gente, no instrumento para las ganancias obscenas de los socios del poder económico.
Un control eficiente del trabajo no registrado, contribuirá sin dudas a la sustentabilidad del sistema y condición 'sine qua non', para la eliminación de las desigualdades.
El flagelo de la desocupación persiste en el horizonte social de la patria.
Promovamos hasta el cansancio todos los mecanismos de concertación posibles para que todos sean alcanzados por los beneficios del crecimiento; después de haber roto la dependencia con los organismos internacionales, es necesario volver la mirada a la deuda interna.
No debemos claudicar en este empeño, por eso decimos que esta debe ser la hora verdadera de la Justicia Social como tarea fundamental de este presente y como una promesa de fl futuro que queremos como trabajadores argentinos, el cual debe erigirse en un imperativo moral irrenunciable.
A los Trabajadores en su día... Salud!!
Marcelo C. Prieto
Secretario de Organización
Sindicato de Trabajadores
Municipales de Lanús
ES TIEMPO DE JUSTICIA SOCIAL
Las premisas sindicales siguen siendo las mismas:
- Reparto equitativo de la Riqueza
- Una Legislación Laboral para sostener el Crecimiento Económico
- Un Sistema Previsional solidario y permanente
La justa distribución del ingreso se impone como una consigna de debate irrevocable para la recuperación de derechos perdidos en los años esclavizantes del salvaje neoliberalismo de los '90. Es una realidad que el PBI alcance los niveles de 1974, y hoy con 15 millones más de habitantes, eso significa que en la injusticia del reparto eso idefectiblemente afecta negativamente sobre los trabajadores.
El sindicalismo argentino debe asumir hoy el forjar una alianza que tenga como objetivo primordial la producción y el trabajo. Para nosotros, los trabajadores municipales que no representamos una rama de la producción pero que si somos la forma básica de gobierno estatal debemos darnos un debate del rol del Estado municipal y de sus trabajadores en pos de la dignificación de nuestra tarea diaria de cara a una sociedad que demanda de sus gobiernos locales soluciones a sus problemas de todoso los días. Debemos seguir bregando por nuestras reivindicaciones y nuestro rol social.
Esto debe movernos no solo al reclamo, sino además, a la participación activa en las decisiones de las políticas socioeconómicas que nos incluyen como actores sociales de la misma.
No debemos amedrentarnos con la difamación que han hecho las corporaciones empresariales del sindicalismo argentino, pero si debemos hacer una profunda autocrítica para adentro de muchos de los dirigentes que se han enriquecido y han sido 'incestuosos' con el neoliberalisno descarnado desde Martinez de Hoz hasta Menem e incluso De la Rúa, llenando sus bolisillos, empobreciendo sus gremios y olvidandose de los trabajadores, cómplices de la explotación obrera.
Estamos convencidos que nadie contribuye a la paz social que los trabajadores a través de su trabajo y el bienestar de sus familias.
Es hora de que el Movimiento obrero encarne su verdadera maduración.
Hemos sufrido un terrible embate sobre los derechos de los trabajadores, en un proceso de vaciamiento: se ha distorsionado 'canallescamente' nuestra legislación laboral con leyes infames como la 24.013 que introdujo los 'contratos basura', la 24.557 de 'Riesgos del Trabajo' que desvaloriza brutalmente la vida del trabajador, la 24.241 que impone un Sistema Previsional condenatorio, la 24.465 de 'Promoción de Empleo (?) beneficiosa para los patrones usufructuando y abusando de el sistema de pasantías, etc., etc...
Todas aquella sleyes que venían a 'blanquear' ennegrecieron las condiciones laborales de nuestros trabajadores, excluyeron, precarizaron y siguen formando parte de nuestra vida laboral actual.
Todos esto ha condenado a la clase trabajadora argentina, a sus familias y los jóvenes que entran al mercado laboral a la marginalidad, donde millones de compañeros han sido empujados a 'mendigar' un plato de comida para sus familias en este escenario brutal emergido del Consenso de Washington.
Por ello es necesario seriamente recuperar el sistema laboral a través de una legislación para el trabajo para sostener un proyecto, en primera instancia, de contención y luego de inserción y producción para el engrandecimiento del país.
La Seguridad Social que fue concebida por la clase obrera es mucho más abarcativa que el simple cobro de un insuficiente haber mensual.
En 1949, la Constitución le había conferido rango de política de Estado y Evita, enfatizaba en 1951, que el fin de esa Constitución 'Peronista' era la dignidad y solidaridad con el Pueblo.
Conscientes de ese legado sostenemos que la Seguridad Social debe ser funcional a los designios y aspiraciones de la gente, no instrumento para las ganancias obscenas de los socios del poder económico.
Un control eficiente del trabajo no registrado, contribuirá sin dudas a la sustentabilidad del sistema y condición 'sine qua non', para la eliminación de las desigualdades.
El flagelo de la desocupación persiste en el horizonte social de la patria.
Promovamos hasta el cansancio todos los mecanismos de concertación posibles para que todos sean alcanzados por los beneficios del crecimiento; después de haber roto la dependencia con los organismos internacionales, es necesario volver la mirada a la deuda interna.
No debemos claudicar en este empeño, por eso decimos que esta debe ser la hora verdadera de la Justicia Social como tarea fundamental de este presente y como una promesa de fl futuro que queremos como trabajadores argentinos, el cual debe erigirse en un imperativo moral irrenunciable.
A los Trabajadores en su día... Salud!!
Marcelo C. Prieto
Secretario de Organización
Sindicato de Trabajadores
Municipales de Lanús
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