RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO



SMILE: Macri loves you

25/08/08


Por Alfredo Grande


INGLÉS OBLIGATORIO EN TODAS LAS ESCUELAS PORTEÑAS“My mummy loves me”, dijo la seño.
El jefe de Gobierno Mauricio Macri declaró que “el desafío del Bicentenario es por la excelencia educativa, a través de una educación pública, gratuita y de calidad”.


(APe).- Hace varios años, en un Congreso de Salud Mental en la ciudad de Tucumán, un grupo de colegas estábamos en sobremesa. Le preguntamos al mozo qué bebidas había (no existía el análisis de alcoholemia y además tampoco teníamos que conducir) para amenizar la tertulia. Luego de enumerar las más populares agregó: “además tenemos guitorche”. Tardamos varios minutos en descifrar qué tipo de bebida era, y nos convencimos de que debía ser una especialidad tucumana. Hasta que el “eureka” fue visualizar una conocida etiqueta: White Horse. Nos dimos cuenta de que la versión tucumana de esa marca de whisky era guitorche.
Por cierto, con la notable decisión de la Municipalidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde cada vez caben menos, esta anécdota simplemente no hubiera sucedido. La excelencia, la pertenencia a ese mundo primero se logra con la clave del idioma: inglés para todos. No pretendo cuestionar que la aldea global habla el idioma del imperio. Lo que sí creo se debe cuestionar es que la claridad y excelencia bien entendida empiece por el idioma. Si las espantosas carencias en educación, salud, vivienda pudieran ser mitigadas o eliminadas hablando en inglés, otro gallo cantaría (another chicken sing). Esta decisión de un gobierno que hace culto de suprimir partidas presupuestarias para la atención de niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo, de los centros de atención a drogadependientes, con reformas ilegales de los hospitales neuropsiquiátricos, con cierre de centros culturales, del teatro Colón, etc, parece más bien la estrategia del Guasón con Batman. El corredor Macri-Scioli nos lleva a las profecías de los noventa, donde la convertibilidad era la prueba irrefutable de que estábamos en el primer mundo. El inglés es la convertibilidad absoluta: “Tengo hambre - I´m hungry”, “No tengo madre - I feel like a motherless child”, como cantaba el genial Paul Robeson. Puede ser que políglota sea un interesante punto de llegada. Pero las necesidades cada vez más básicas y siempre insatisfechas, no se resuelven por idioma sino por políticas. Desaparecen todos los días lenguas de pueblos originarios. Hay idiomas que los habla una sola persona. El genocidio también ha sido el de las lenguas. Los crímenes de la ETA no anulan que al pueblo vasco se le prohibió usar su idioma y que a los rebeldes se les amputaba la lengua. La “excelencia educativa” que pregonan las autoridades de la C.A.B.A., que en algunos lugares cada vez se parece más a La Cava, es apenas un frac para tapar el cuerpo sufrido. Imponer un idioma no es un acto para facilitar la comunicación a futuros turistas internacionales. Idioma es cultura. Y en un país colonizado por diferentes modalidades del imperio, con un himno nacional censurado y castrado, no parece que speak english ayude a ningún proceso de emancipación. Y menos porque no se llegará al inglés desde el deseo (en ese caso habría que ofrecer también al alumno la opción francés, chino, japonés, ruso, etc) sino desde la obligatoriedad. Quizá el proyecto real sea que se hable, se piense y se sienta en inglés, idioma de las multinacionales, las computadoras, los celulares, las ofertas de los supermercados, y que si algún exótico alumno lo pide, pueda aprender español. O guaraní. O quechua. Previo paso por un gabinete psicológico donde pueda ser estudiado por su curiosa preferencia por usos y costumbres obsoletas. Quizá las primeras oraciones en inglés tendrán que ver con decir correctamente: ¿Quién me cura la sarna? ¿Por qué mi padre le pega a mi mamá? (mummy) ¿No hay pan duro para el hambre? La memoria es también la del futuro. Ni siquiera lo que pudiera estar bien, en manos de las políticas de la derecha está bien. Última esperanza (last hope), que una maestra con los ovarios bien puestos comience la clase de inglés con un contundente: “revolution now”.

Ministros y “perduellis”


28/08/08


Por Oscar Taffetani


(APe).- Para el derecho romano, inspirador y fuente del derecho universal, uno de los peores delitos que podían cometerse era traicionar a la patria.
Por eso los familiares y herederos de un funcionario corrupto (alguien que había causado perjuicio material y moral al Estado) debían responder con sus propios bienes por los daños que había causado su pariente.
Al traidor, además, se lo degradaba, se lo ajusticiaba o a veces -peor que la muerte- se lo condenaba a vivir fuera de la patria.
Por último, se execraba su memoria, lo que quería decir que periódicamente debían revolverse las cenizas o despojos en su sepultura. Así se trataba a los perduellis (con ese nombre se los conocía) en la Roma antigua.
Tiempos de impunidad
El escritor y periodista tucumano José Luis Torres (1901-1965) fue quien nos recordó a los argentinos, en el siglo XX, la figura de los perduellis, al titular así uno de sus libros más notables, en el que denunciaba los negociados de los años ’30, un período que él mismo llamó “década infame”.
La crónica del país que hoy vivimos convierte a los perduellis romanos y aún a los perduellis de Torres en personajes de ficción, en protagonistas de una historia fantástica que hasta un niño se negaría a creer.
Actualmente, la mala práctica y el pésimo ejemplo de la mayoría de nuestros dirigentes han convertido la coima y el enriquecimiento ilícito en norma, dejando que la austeridad y la honradez sean excepción.
Plan Nacer y negocios
Un artículo de Clarín publicado el pasado 24 de agosto reseña distintas denuncias que se han hecho por pago de sobreprecios y malgasto de los recursos en el Plan Nacer, un programa del Ministerio de Salud de la Nación que involucra 430 millones de dólares en créditos del Banco Mundial y cuyo propósito formal es dar cobertura a unas 700 mil mujeres y niños de todo el país que carecen de obra social.
El Plan fue concebido -teóricamente- para combatir la mortalidad infantil. Pero ni su alegre nombre ni su noble propósito conmueven a los nuevos perduellis, atentos al dinero público pero ciegos al hambre y a la necesidad de millones de argentinos.
En noviembre de 2007 Arturo Curátola, un proveedor del Estado, denunció ante el Banco Mundial los pedidos de coima que había recibido por parte de funcionarios de Salud argentinos.
La empresa de Curátola quedó excluida de las licitaciones y fue por eso que protestó, pero ello no invalida su denuncia. Según la misma, el Ministerio de Salud que ayer condujo Ginés González García y hoy conduce Graciela Ocaña, está pagando sobreprecios de más de 5,8 millones de dólares en la compra de heladeras para hospitales, cunas acrílicas, incubadoras e insumos medicinales.
También a fines de 2007, un economista del Plan Nacer a quien no se le renovó el contrato denunció que sólo dos auditorías externas del Plan le costaron al Estado nacional ocho millones de dólares.
Asimismo, denunció el cesanteado (sin que esa condición desmerezca su denuncia) que una encuestadora contratada para relevar la situación de grupos indígenas le facturó al Estado un sondeo realizado por el INDEC, pocos meses antes.
La ministra de Salud Ocaña -trascendió- detuvo este año un pago por la compra de un sistema de videoconferencias (sic) valuado en poco menos de un millón de dólares.
Por si todo fuera poco, se habrían detectado fraudes en la calidad de insumos sanitarios provistos: camillas ginecológicas de chapa en lugar de camillas antiestáticas, muebles de chapa pintada cuando debían ser de acero inoxidable, etcétera.
Una investigación del Banco Mundial y otra a cargo del juez federal Norberto Oyarbide, más un crítico informe de la Auditoría General de la Nación, han puesto en la lupa, estas últimas semanas, el Plan Nacer.
Es de esperar que todas o al menos una de esas instancias sirva para ubicar a los responsables, castigarlos y recuperar para el Estado los fondos perdidos.Mientras tanto, crece la mortalidad infantil, pasan los ministros y los perduellis de esta nueva década infame nos lastiman y avergüenzan a todos.

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