Se cumplen once años del asesinato de José Luis Cabezas



Se cumplen once años del asesinato de José Luis Cabezas
Buenos Aires, 25 de enero (ANC-UTPBA).- Mañana, viernes 25, se cumplen 11 años del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas en la ciudad de Pinamar, ocurrido mientras desarrollaba tareas profesionales para la revista Noticias.

José Luis, quien se encontraba cubriendo la información de la costa junto a su compañero Gabriel Michi, fue hallado en una cava de Pinamar, dentro de su auto totalmente quemado y con disparos en su cabeza.A partir de allí la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la familia y compañeros de trabajo de José Luis, comprometidos con la lucha de dar con los autores materiales e intelectuales del crimen, debieron enfrentar la por lo menos sospechosa actitud de los gobiernos nacional y provincial, las distractivas y penosas resoluciones judiciales tendientes a desviar el eje de la causa y la actuación de distintos factores de poder que veían con preocupación que se llegara al esclarecimiento total del hecho.
Las actividades de denuncia por este crimen incluyeron caravanas a Dolores, Pinamar, actos en todo el país, minutos de silencio, movilizaciones los 25 de cada mes, denuncias en el plano regional e internacional, y la convocatoria unitaria de la familia de José Luis junto con la UTPBA, ARGRA, los compañeros de trabajo de José Luis y decenas de organizaciones sociales que se solidarizaron con esa lucha por la verdad y la justicia.
El asesinato de Cabezas ocurrió en una época donde esa batalla contra la impunidad no permitió que adquiriera apenas el valor de lo corporativo: los casos de Mario Bonino, Miguel Bru, Sebastián Bordón, Teresita Rodríguez, de gatillo fácil y masacres como las de la Amia y la embajada de Israel, confluyeron permanentemente en cada acto.
En cada acto existía el mismo repudio, un reclamo similar de justicia y la convicción de que cada uno de esos crímenes nacía de las mismas condiciones creadas por un poder mafioso que hacía alarde de su absoluta impunidad.
Por el crimen de José Luis cabezas, fueron condenados en febrero de 2000 a penas de reclusión y prisión perpetua los policías Gustavo Prellezo -autor material del asesinato-, Sergio Cammaratta y Aníbal Luna, cuatro delincuentes conocidos como "Los horneros" (Horacio Braga, Sergio Gustavo González, José Luis Auge y Miguel Retana) y el jefe de custodia del empresario Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, acusado de la autoría intelectual del crimen.
Precisamente el empresario Yabrán permanentemente sospechado de ser el autor intelectual, se suicidó en mayo de 1998.
Poco tiempo después de la sentencia la UTPBA señaló que mas allá de las condenas que se habían alcanzado, “quedaban plenamente vigentes las condiciones que determinaron un crimen como el de José Luis. Quizás, frente a un optimismo legítimo por un fallo del que se rescataron aspectos positivos, algunos creyeron ver en esas palabras una dosis de pesimismo, cuando en realidad había que haber leído, simplemente, que la lucha seguía".
La organización de periodistas denunció además que "antes y después del asesinato de José Luis se cometieron crímenes que aún siguen impunes; antes y después del asesinato de José Luis miles de vidas quedaron en el camino, en un sistema que ampara una justicia injusta".
Luego, en un segundo juicio, fue condenado el ex comisario de Pinamar, Alberto Gómez, sindicado como el responsable de haber “liberado” la zona para que asesinaran a Cabezas.
Un fallo del tribunal de Casación permitió que poco a poco los condenados consiguieran la libertad antes de tiempo. Pero el año pasado otro fallo, esta vez de la Suprema Corte bonaerense, ratificó la condena del juicio oral y ordenó que se vuelva a encarcelar a los condenados.
Sin embargo, por diferentes vericuetos legales, esas medidas no se efectivizaron, con la salvedad de Auge y González que fueron nuevamente detenidos al comprobarse que habían violado las condiciones impuestas para su libertad. En tanto, siguen detenidos Prellezo (por haber presentado su apelación fuera de término) y Gómez (por haber sido juzgado más tarde).
La UTPBA recordó varias veces que “el fallo de febrero de 2000 no llegó al fondo. La interpretación acerca de que José Luis fue asesinado por su tarea profesional, los indicios que pesaban sobre el empresario Yabrán y las condenas para Ríos, Prellezo, los horneros, Luna, Camaratta y el ex comisario Gómez no alcanzaron a darle la verdadera entidad al hecho”.
Agregó que “se trató de una operación eminentemente mafiosa, por logística y metodología, a la que sólo se llega mediante estructuras y coberturas que están por encima de los protagonistas condenados. Incluso, por encima del móvil mencionado”.

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