ENTRE LA SOBERBIA Y LA MENTIRA
Ante declaraciones publicadas por un diario de circulación nacional en el día de la fecha, el intendente municipal, Manuel Quindimil, estima indispensable realizar un conjunto de aclaraciones sobre un cúmulo de expresiones que están muy alejadas de la verdad.
Se tratan de declaraciones realizadas por Darío Díaz Pérez que sólo buscan confundir y que son fruto de la soberbia que a algunos les genera una victoria circunstancial. El diputado provincial afirmó que el anuncio de alejarse de la candidatura realizado por el jefe comunal, cuando no llegaban las partidas para las obras anunciadas, fue un manejo político de Quindimil que causó malestar en la Casa de Gobierno.
El intendente de Lanús aclara: “En su momento, y debido a un compromiso que había contraído con mi gente, al comprobar que las partidas para las obras en Lanús no llegaban decidí dar una paso al costado por si mi persona era una obstáculo para ello. Sabía que personajes subalternos y algunas cuestiones burocráticas estaban trabando las gestiones y el presidente Kirchner, al tomar conocimiento de esto, ordenó inmediatamente que se agilizaran todos los trámites, y así se hizo”. Mi relación tanto con Néstor Kirchner como con Cristina Kirchner fue, y es, excelente.
Por otra parte, se recuerda que Díaz Pérez decía a quien quisiera escucharlo que la plata para las obras en Lanús, “recién va a llegar después de diciembre”.
En otro párrafo, el legislador bonaerense “promete despedir a unos 500 ñoquis”. Quindimil señala al respecto: “En este municipio sólo cobran aquellos trabajadores que concurren a trabajar, es muy fácil acusar sin pruebas. Le exijo a Díaz Pérez un listado con los nombres de esos supuestos ñoquis como funcionario es su obligación aprobar el sustento de sus acusaciones. Por otra parte, me parece un ataque artero al conjunto de municipales que trabajan duro para aportar soluciones y a sus representantes gremiales que nunca permitirían un ilícito de este tipo”.
Las elecciones se ganan y se pierden, las victorias y las derrotas muestran el verdadero perfil de las personas, en algunos aflora la humildad y en otros la soberbia.
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