Mons. Frassia: El cristiano tiene que tomar decisiones

Mons. Frassia: El cristiano tiene que tomar decisiones 
Jueves 12 Sep 2019 | 10:05 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, compartió con la comunidad diocesana sus reflexiones sobre el Evangelio del XIII domingo durante el año, cuyo texto que se leyó el domingo último, ¨nos muestra una jerarquía de realidades y de valores: lo principal es Dios¨. 

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió con la comunidad diocesana sus reflexiones sobre el Evangelio del domingo décimo tercero durante el año cuyo texto, que se leyó el domingo último, "nos muestra una jerarquía de realidades y de valores, donde lo principal es Dios, la fuente del amor, y es evidente que esa fuente de amor es Dios y que nunca puede estar en segundo, tercero o cuarto lugar".
"Pero ese amor de Dios -añadió- nos lleva al amor a los hermanos, a la familia, a los padres, a los hijos, a los abuelos, a los nietos; porque los amores no se dividen pero tienen principalidad y un cierto orden. De allí que el amor a Dios es primero y principal, y desde ese amor a Dios uno tiene que saber amar a los demás. Pero también tiene que amarse a sí mismo, porque si no se ama, difícilmente podrá amar a los demás".
"En segundo lugar -prosiguió el prelado-, en la vida hay que hacer una comparación, un juicio, un discernimiento; uno no puede vivir 'durando', 'pasándola', o 'vegetando'. En la vida hay que tener criterios de dignidad, de personalidad, de valores, juicios que uno tiene que realizar, el criterio que hay que poner en práctica, porque muchas veces creemos que las cosas se dan porque se dan y nada más. Las cosas se dan porque se dan, porque se piensan, porque se deciden y porque se toman opciones. Un cristiano, un creyente, tiene que tomar decisiones".
 "No es lo mismo ser una cosa que ser otra. No es lo mismo hacer el bien que hacer el mal. No es lo mismo decir la verdad que mentir. No es lo mismo ser justo, ser honesto, que robar. ¡No es lo mismo! ¡No tiene comparación! De ahí la importancia de tener criterios", sostuvo y añadió: "En la vida hay que jugarse y, por supuesto, cuando uno quiere ser discípulo de Cristo tiene que unirse a un sacrificio; a un sacrificio de amor, de entrega, de perseverancia. A la palabra sacrificio le tenemos miedo y a veces nos sacrificamos por pequeñas cosas pero no por las grandes cosas por las que debemos sacrificarnos".
 "El amor a Dios nos hace más humanos, nos hace más hijos suyos y nos ayuda a ser más hermanos entre nosotros. Pero tengamos criterio, tengamos juicios, pensamientos, vivamos el Evangelio, apliquémoslo en nuestra vida aunque eso cueste sacrificios. Ciertamente, en la vida hay que pensar, hay que reflexionar, hay que decidir y hay que obrar. Hagámoslo, no nos vamos a arrepentir", concluyó monseñor Frassia.+

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