Jueves 10 Ago 2017 | 09:46 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): La Transfiguración es una perfecta confirmación de que Dios envió a su Hijo, puso su predilección en él y le confió la misión de la salvación de los hombres, aseveró en el programa radial ¨Compartiendo el Evangelio¨, el obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, al comentar la fiesta de la Transfiguración celebrada el pasado domingo.
Esta manifestación de Cristo -añadió-, esta nube, esta luz, esta vestidura blanca, esta irradiación de lo brillante, de lo bello, de lo hermoso, esta voz del Padre, nos muestra su Gloria, una gloria simbolizada en la luz. "Al revelar su gloria, Cristo prepara a sus discípulos para sostener el escándalo de la cruz y el anticipo -en la transfiguración- del destino maravilloso de la Iglesia, su Cuerpo Místico".
"Es hermoso -siguió reflexionando el prelado- darnos cuenta de que Cristo está apoyado, sostenido, por el Antiguo Testamento, por Moisés y Elías, que condujeron al pueblo de Israel. Cristo, el Mesías, conduce definitivamente y trae la salvación a todos los hombres, a todos los pueblos, a toda la Iglesia. Dios nos dice que debemos escuchar a Cristo y este escuchar es obedecer al Padre y obedeciendo al Padre caminamos en la fe".
Por último, expresó que "el Papa Francisco nos dice que la Transfiguración es una subida a la montaña, al encuentro y, en el descenso, es esa fuerza de Dios que debe irradiarse a todos los demás. Hagamos este itinerario, este camino: subir para encontrarnos y, habiendo sido encontrados por Él, démoslo a conocer a nuestros hermanos".+
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